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Jesús Ezquerra cree superado "el conflicto religioso tradicional en la historia de España"

El nuevo embajador de España ante la Santa Sede, Jesús Ezquerra, considera que "el conflicto religioso tradicional en la historia de España no existe actualmente", y que no hay ningún tipo de problemas entre el Vaticano y el Gobierno español. Las relaciones con la Santa Sede son "fluidas y correctas", según el diplomático, enmarcadas en la no confesionalidad del Estado y dentro de los acuerdos de cooperación con la Iglesia católica y oiras cofesiones religiosas.Ezquerra no considera excepcional que el Vaticano haya concedido el plácet para su nombramiento en apenas tres días, en contraste, por ejemplo, con los casi dos meses que tardó en dar el visto bueno a su antecesor Gonzalo Puente Ojea, cesado la pasada semana. Para Ezquerra, un diplomático con un brillante historial en la carrera, de 50 años, casado y padre de dos hijos, la rápida respuesta de la Santa Sede obedece, probablemente, a lo bien conocido que es en el Vaticano, en función de los cargos y misiones profesionales que ha tenido. A la pregunta de si es católico, se remite al artículo 16 de la Constitución, en el que se señala que "nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias".

El nuevo embajador fue director general para Asuntos Religiosas en 1984 y 1985 y antes, de 1976 a 1978, trabajó con la Nunciatura en la negociación de los acuerdos de cooperación Iglesia-Estado. En esos años, Ezquerra visitó numerosas veces el Vaticano en viajes de carácter oficial. "Mi currículum seguramente es bien conocido en Vaticano y quizás ello haya podido influir en la rapidez del plácet, pero eso no es nada excepcional", señala.

Ezquerra no oculta su satisfacción por el nuevo destino y agradece "la confianza que le confiere el Gobierno". Sobre la polémica desatada tras el cese de su antecesor, Gonzalo Puente Ojea, el nuevo embajador elude cualquier comentario: "El tema de los nombramientos y los ceses es una competencia del Gobierno, y de ello no debo hablar".

Jesús Ezquerra no considera distinta su misión profesional en el Vaticano en relación a otros puestos diplomáticos, ni tampoco cree en las leyendas sobre las especiales habilidades y características de la diplomacia vaticana. "En ésta, como en cualquier otra misión, lo importante es el conocimiento de los intereses de tu país y de los de la otra parte, así como la mejor disposición para buscar fórmulas de solución para los casos especiales que puedan plantearse". "Indudablemente", añade, "la diplomacia vaticana tiene una larga experiencia e historia, y servir ante la Santa Sede es un reto importante que me atrae".

El hasta ayer director general para Europa ha tenido en su cargo una participación destacada en los contactos hispano británicos sobre el contencioso de Gibraltar, y en función de ese protagonismo asistirá el próximo martes en Londres a una nueva reunión de coordinadores. Ezquerra califica de "muy duros y hábiles" a los diplomáticos del Foreing Office y añade: "Desde el punto de vista español, nuestra posición es tan clara, tan natural y tan justa, que defenderla resulta extraodinariamente fácil".

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