Inquietud internacional ante la escalada de la 'guerra de los petroleros'
La guerra de los petroleros, que se reanudó el sábado último en el golfo Pérsico, afectó ayer a otros seis petroleros, elevando así a 17 el número de barcos atacados por Irán e Irak en los últimos cinco días. Las grandes potencias occidentales han criticado a ambos países en guerra por permitir el recrudecimiento de la tensión en el Golfo, que ya hizo subir ayer las primas de seguros marítimos.Francia anunció ayer el envío de tres dragaminas al estrecho de Ormuz para complementar la actividad de la flota norteamericana que opera en la zona con una treintena de barcos de guerra. "Sólo la presión internacional, basada en el hecho de que esa zona es esencial para la vida económica del mundo, puede lograr el cese de las hostilidades", afirmó el ministro francés de Defensa, André Giraud, al comunicar el envío de los dragaminas, el primer apoyo occidental a la flota de Estados Unidos desplegada en el Golfo.
El Gobierno chino manifestó ayer su "viva inquietud" acerca de la situación en el Golfo, y ha pedido que se realicen serios esfuerzos por poner fin a la guerra, mientras Italia sugirió que Naciones Unidas imponga severas sanciones tanto a Irak como a Irán si no suspenden inmediatamente las hostilidades.
En Madrid, el director general para África del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jorge Dezcallar, convocó a su despacho al encargado de negocios de la Embajada de Irán, Hadi Soleimari Pour, para tratar sobre el ametrallamiento de que fue objeto el martes el superpetrolero español Munguía, según informó la Oficina de Información Diplomática.
Expertos navales en la zona afirmaron ayer que esta última escalada es la peor desde el inicio de la guerra, hace siete años, y ya ha hecho subir el precio del petróleo en 1,20 dólares por barril en 10 días.
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