La 'american connection', en Filipinas

Los últimos acontecimientos políticos y militares en Filipinas han puesto otra vez de relieve, con acciones contradictorias, la american connection en los intereses del país, que fue colonia de Estados Unidos durante casi 50 años. Unas veces apoyando al Gobierno de Corazón Aquino, desde el punto de vista oficial de la Administración del presidente Ronald Reagan, y otras veces con presumibles implicaciones en los intentos desestabilizadores protagonizados por los militares golpistas o grupos de la ultraderecha filipina. En cualquier caso, aunque con diferentes medios, está como telón de fondo el alto interés estratégico que tiene Filipinas para Estados Unidos, y en particular las importantes bases militares estadounidenses de Subic y Clark, cuyo futuro, a partir de 199 1, dependerá de la nueva negociación que deben iniciar el próximo año filipinos y norteamericanos.La Administración de Reagan tuvo un papel preponderante en la salida del ex presidente Ferdinand Marcos -exiliado en la isla del Hawai- y la llegada al poder de Aquino. Washington apostó por una reforma política democrática e insistió, sin ambigüedades, en el momento del intento golpista del pasado viernes, con declaraciones oficiales y con una intervención directa del influyente consejero político saliente de la Embajada de EE UU en Manila, Phil Kaplan. El diplomático norteamericano hizo una llamada telefónica a Juan Ponce Enrile, Iposible cabeza política de los golpistas, para que efectuara una declaración pro Aquino.

Es también muy probable que EE UU -se habla en Manila de una potencia extranjera- contribuyera a negociar la rendición del coronel Gregorio Honasan.

En contrapartida, personajes estadounidenses, como el ex general John Singlaub, aparecen, a su vez, vinculados con los golpistas y son objeto de una investigación en el Senado filipino, algunos de cuyos miembros, como el senador Raúl Manglaplus, piden también una investigación sobre las actividades de la CIA.

Manglaplus ha comparado, por otra parte, los sucesos del pasado viernes en Filipinas con el 23-F en España e identificó el comportamiento de Aquino con el del rey Juan Carlos.