El Gobierno de Israel decide poner fin al proyecto de construcción del avión cazabombardero Lavi
El Gobierno israelí decidió ayer desistir de la construcción del avión de combate Lavi por 12 votos contra 11 y una abstención. Esta votación, en la que los miembros de la coalición conservadora Likud -excepto el ministro de Hacienda, Nissim- estaban a favor de la construcción del cazahombardero y los laboristas en contra, muestra de qué forma la política domina, sobre cualquier otra consideración, la vida política israelí, incluso en un terreno estrictamente aeronáutico y financiero, en el que las divergencias ideológicas no deberían intervenir.
Tras haber dudado durante meses, Simón Peres, ministro de Asuntos Exteriores, se alió al ministro de Defensa, Isaac Rabin, y del Estado Mayor del Ejército, que se oponían firmemente a la prosecución de "este proyecto insensato que un país como Israel, endeudado hasta el cuello, y en el que el Ejército tiene otras prioridades, no debería haber emprendido jamás", ha señalado Rabin. Moisés Arens, ministro de Defensa durante la época en que Beguin estaba en la jefatura del Gobierno, y que era en el seno del Gobierno el principal defensor de la construcción del Lavi, ha presentado, al parecer, su dimisión, aunque no se sabe si esta dimisión es definitiva o, como suponen sus amigos, un gesto de cólera y de protesta.
La dimisión de Arens no entrará en vigor hasta 48 horas después de que el primer ministro reciba la carta en la que comunica su decisión.
Pero, al parecer, Arens no ha escrito la carta todavía y, en consecuencia, la dimisión puede no llegar a producirse. Sea cual fuere la intención real de Arens, el Ministro de Asuntos Exteriores, Simón Peres, ha asumido por su propia cuenta el riesgo político asociándose a los que se oponen al Lavi.
Los ingenieros, investigadores, técnicos y obreros del Lavi (unas 6.000 personas) están indignados contra Peres y el Partido Laborista. Los 20.000 empleados de la industria aeronáutica se solidarizan con esta posición y varios delegados sindicales de este sector industrial se han comprometido a solicitar el voto contra los laboristas. "Peres ha vendido el Lavi por un puñado de dólares", afirma el presidente del comité de empresa del proyecto de construcción del Lavi.
[Mientras tanto, ayer se inició en Jerusalén el juicio contra Mordechai Vanunu, ura antiguo técnico de la central nuclear de Dirnona, acusado de haber vendido secretos militares al semanario británico The Sunday Times. Vanunu, de 32 años, podría ser condenado a cadena perpetua si el tribunal acepta las acusaciones de alta traición, divulgación de secretos de Estado, espionaje y atentado a la seguridad nacional, informa France Presse. El proceso se celebra a puerta cerrada, y a la Prensa ni siquiera le ha sido permitido tomar fotos del acusado. Rigurosas medidas de seguridad han sido tornadas para evitar que se filtre cualquier información que surja en el interior de la sala del juicio. El abogado de Vanunu, Avigdor Feldmann, anunció ayer que pediría al tribunal, en primer lugar, aclarar las circunstancias del secuestro de su defendido, que se produjo el 30 de septiembre, cuando se encontraba refugiado en el Reino Unido.]
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