Juan Pablo II, cuando era obispo en Polonia, se mostró a favor de revisar la ley del celibato sacerdotal

Juan Pablo II, en su época de obispo auxiliar en Polonia, se mostró partidario de la revisión de la ley del celibato, manifestó ayer un portavoz de la Federación Internacional de Sacerdotes Casados. Según esta fuente, así consta en los volúmenes que recogen las sesiones preparatorias del Concilio Vaticano II. Esta afirmación, realizada ante los medios de comunicación social, fue hecha al término de las sesiones del tercer congreso internacional de curas casados, que concluyó ayer en Ariccia, en las proximidades de Roma.

Los curas casados, según las conclusiones presentadas ayer, no quieren entrar en polémica con la jerarquía eclesiástica sobre temas de legitimidad respecto a su situación. Simplemente, manifestaron, quieren llamar la atención sobre la crisis de vocaciones existente y mostrar la necesidad de que los laicos asuman cada vez más las tareas ministeriales hasta ahora en manos exclusivamente de sacerdotes. "De las 360.000 parroquias existentes, 157.000 no cuentan con cura residencial; esto quiere decir que casi el 60%,de estas comunidades no están asistidas habitualmente por un sacerdote y que cada vez son más los laicos quienes realizan las funciones", manifestó Bert Peters, presidente de la federación. Peters recordó los datos avanzados por el teólogo y jesuita Jean Kerkhofs en la conferencia pronunciada el pasado miércoles (ver EL PAÍS del jueves) y dijo que el número de fieles partidarios del celibato opcional es cada día mayor en el seno de la Iglesia católica.

Curas casados

"En ocasiones la jerarquía acepta de hecho la existencia de curas casados que realizan funciones presbiteriales plenas", añadió el presidente de la federación, quien citó como ejemplo Africa y algunas de sus diócesis donde incluso el obispo ha contraido matrimonio. Esta situación de normalidad de hecho provoca que pocos delegados del continente negro hayan asistido a las sesiones del tercer congreso de curas casados. "Con la celebración de este encuentro no queremos reivindicar nada para nosotros, sino presentar a la Iglesia, pueblo de Dios, nuestra experiencia y nuestra forma de servir", se asegura en el documento final. "Todo el pueblo de Dios debe participar en todos los ministerios sacramentales", añade el texto, que reconoce a los cristianos en general como pueblo sacerdotal. Los curas casados no muestran interés por lo que denominan ministerio oficial -es decir, el existente-, ya que creen que éste debe sufrir profundos cambios y plasmarse "en un sentido pluralista". En esta línea, considera que el ministerio universal de servicio puede ser ejercido tanto desde las propias estructuras eclesiales como a través de organizaciones ya sean sindicales, políticas o de ayuda al Tercer Mundo. Para ellos, "el servicio a los hombres es el servicio a Dios". Estas conclusiones, según el presidente de la federación de curas casados, son consecuencia lógica del Concilio Vaticano II y de encíclicas como la Gaudium et Spes, ya que la Iglesia, en su opinión, debe ocuparse del mundo.

Durante la conferencia de prensa de ayer los curas casados dieron datos de sus respectivas organizaciones en diversos países. En Estados Unidos cuentan con 3.000 asociados, 4.000 en Brasil, 2.500 en Francia, 1.200 en Italia, 600 en Holanda y 400 en Austria. Asimismo, también tienen presencia creciente en países del Este europeo. Sobre España no se facilitaron cifras por encontrarse ausente la representación en el momento de celebrarse la conferencia de prensa.