Shell y British Petroleum se niegan a vender petróleo a Brasil si Petrobras no presenta un aval de la banca internacional
Shell y British Petroleum rehusaron vender cuatro millones de barriles de petróleo, por valor de 80 millones de dólares, a menos que Petrobras, la compañía esta tal brasileña, presente un aval de bancos internacionales de primera línea. Petrobras se ha negado a cumplir esta exigencia y el presidente de la compañía, el general Ozires Silva, afirmó el jueves que las dos empresas adoptaron una actitud que "no corresponde a la política de las compañías con las que Petrobras está asociada en varios proyectos exteriores. Al mismo tiempo, el presidente Sarney anunció ayer una serie de medidas destinadas a reducir el gasto público y el déficit presupuestario.
Para el directivo de Petrobras es muy poco probable que se trate de una maniobra inspirada por el "sistema financiero internacional" para presionar al Gobierno brasileño en relación al trato con sus acreedores externos. Sin embargo, admitió que "con la moratoria decretada el pasado mes de febrero y frente a la realidad de que nuestro Gobierno no ha lo grado todavía llegar a un acuerdo con sus acreedores, ningún brasileño puede imaginar que el sistema financiero esté contento con Brasil".
En realidad, la negativa de las dos empresas para vender petróleo a Brasil sin la presentación de una carta de garantía de bancos internacionales ocurrió hace dos semanas, pero sólo fue divulgada en Brasil el pasado miércoles.
El jueves. Petrobras envió a Shell y a British Petroleum una carta, calificada como una "interpelación". Ahora la empresa brasileña está aguardando "las explicaciones correspondientes" según afirmó su presidente. Lo que el general Ozires Silva quiere saber es si se trata de una modificación en las políticas comerciales de las dos compañías o si se trata de una exigencia exclusiva hecha a Brasil.
Limitación salarial
Al mismo tiempo, el presidente de Brasil, José Sarney, anunció ayer, al término de una reunión de su Gabinete, una serie de medidas destinadas a reducir el gasto público y el déficit presupuestario. Una de estas medidas contempla la limitación de los salarios de los altos funcionarios a 80 veces el salario mínimo brasileño, que se eleva a 47 dólares mensuales (unas 5.800 pesetas. aproximadamente), Los analistas consideran que esta iniciativa presidencial tiene el objetivo de calmar a la opinión pública brasileña, que está expresando fuertes criticas hacia algunos altos funcionarios, a los que se califica los marajás, y a quienes se reprocha ganar más dinero que el propio presidente de la República. Los salarios de los empleados de las empresas controladas por el Estado están congelados hasta el próximo mes de diciembre.
El objetivo final del presidente Sarney al aplicar estas medidas es limitar el déficit público, responsable de la inflación brasileña según algunos economistas. El aumento de precios en Brasil representó el 2, 2% del producto interior bruto (PIB) en el transcurso del primer trimestre de 1987, en lugar del 1.9% previsto inicialmente. El Gobierno quiere limitar el déficit presupuestario al 3, 5% del producto interior bruto para el conjunto del presente año.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.