Tras el período de calma en las cárceles italianas

El motín iniciado el martes en la cárcel de Porto Azzurro, en la isla de Elba, ha supuesto el término del período de calma relativa que reinaba en las cárceles italianas desde los años 70. Esta rebelión es la más grave desde la que protagonizó en 1980 un grupo de 70 presos, la mayoría de ellos terroristas de izquierda.En aquella ocasión, los condenados mantuvieron durante dos días a 18 rehenes en su poder en Bari, ciudad del sur de Italia. Tras negociaciones infructuosas, un grupo de paracaidistas irrumpió en el edificio. Consiguieron liberar a los rehenes, pero en la operación resultaron heridos 12 paracaidistas y un prisionero.

Según diversos funcionarios, fue la primera ocasión en la historia reciente de Italia en que un motín en una prisión terminaba con violencia. Desde entonces, la calma ha destacado en las cárceles italianas, lo que ha sido adscrito a la mejora de las condiciones en las prisiones.

La segunda mitad de los 70, sin embargo, fue época de importantes motines: en 1975, en Siracusa, ocho prisioneros liberaron después de dos días, a sus ocho rehenes, resultando uno de ellos herido.

En 1976, 240 prisioneros se amotinaron en una sección de la cárcel de Florencia, tomando a siete personas como rehenes. Dos rehenes fueron liberados al cabo de 12 horas. El motín terminó al cabo de cuatro días.

En diciembre de 1977, en Treviso, 13 condenados, entre los que se encontraban algunos dirigentes de las Brigadas Rojas, se fugaron tras la toma de seis rehenes. En octubre de 1979, en Asinara, 70 prisioneros atacaron a los guardas con bombas rudimentarias durante un enfrentamiento de dos días. En abril de 1981, en Pesaro, 50 prisioneros mantuvieron a siete rehenes, que liberaron al cabo de nueve horas. En abril de 1982, en Bergamo, 13 prisioneros de extrema izquierda tomaron a 15 funcionarios de prisión en protesta por las condiciones de los prisioneros políticos. Los rehenes fueron liberados después de cinco horas.