El Ballet del Teatro Lírico refuerza su plantilla ante la competencia del Bolshoi
Carla Fracci y Julio Bocca, dos estrellas internacionales de ballet, han sido contratados por el Ballet del Teatro Lírico Nacional de la Zarzuela para reforzar la plantilla de solistas con que abrirán la temporada el próximo 13 de septiembre. Fracci y Bocca estarán en el primero y segundo programas, respectivamente, para paliar en lo posible la competencia que representa la agrupación del Ballet Bolshoi de Moscú, que durante las mismas fechas estará en el teatro Monumental, y mostrando, como en Las sílfides, la misma pieza.
La bailarina italiana Carla Fracci, de 51 años, actualmente primera estrella del teatro de La Scala de Milán, y Julio Bocca, de 21 años, solista del American Ballet Theatre, de Nueva York, han sido las dos estrellas escogidas para bailar junto a los solistas españoles en la próxima temporada del Teatro Lírico Nacional, que se abre con dos programas de estrenos de la compañía titular española de danza clásica. Concidiendo con esta fecha, estará en su punto más alto la temporada de una agrupación del teatro Bolshoi de Moscú en el teatro Monumental, encabezada por Maya Plisetskaia, a la sazón futura directora artística del grupo español, y poniendo en escena una depurada versión de Las sílfides, con el nombre primitivo de Chopiniana, el mismo ballet de Mijail Fokin sobre temas de Chopin, que pretende ser el plato fuerte de la primera entrega de estrenos de los españoles.
Béjart, en Madrid
Más adelante, a primeros de octubre, cuando el Ballet del Teatro Lírico estrene su segundo programa, estará actuando en el Palacio de los Deportes Madrid el Ballet de Lausana (antiguo Ballet del Siglo XX), de Maurice Béjart, con un amplio repertorio, que incluye el Bolero de Maurice Ravel, entre otras atracciones. Ante esta competencia, que fuentes consultadas por este periódico califican de desleal e inoportuna, la dirección del Ballet Lírico de la Zarzuela ha precontratado a Carla Fracci para que intervenga dos noches, una en Las sílfides y otra en el tercer acto de Raymonda. Sus parejas serán, con toda probabilidad, Ricardo Franco y Raúl Tino, extremo aún por confirmar. A Julio Bocca, cuya venida a España estaba siendo negociada desde el año pasado, se le trae para que baile dos noches con Arantxa Argüelles, una en Tema y variaciones, de Balanchine, y otra un paso a dos que puede ser El corsario o Don Quijote. El joven bailarín argentino ha exigido garantías contractuales de que su pareja será la joven zaragozana, pues si no, habría venido con Raquel Rosetti, su pareja habitual en el teatro Colón de Buenos Aires.
Argüelles y Bocca se encontraron por primera vez en el Festival Internacional de Ballet de La Habana, y fueron las dos estrellas más destacadas del evento. Bocca manifestó entonces su interés por bailar con Arantxa. Un miembro del American Ballet Theatre comentó en su día que podían constituir una pareja "no apta para cardiacos, dado el caudal técnico y la juventud de ambos".
Carla Fracci, por su parte, contactada a última hora, ha recibido una sustanciosa oferta por desplazarse a Madrid. La bailarina italiana estrenó Las sílfides en el Royal Festival Hall de Londres el 14 de julio de 1959, y Raymonda, en el teatro San Carlo, de Nápoles, el 10 de abril de 1976, en una versión reconstruida por Loris Gai sobre el orginal de Marius Petipa. Desde esas fechas mantiene en su repertorio activo ambas piezas, siendo una especialista en los papeles fokinianos, de profundo acento neorreomántico.
Julio Bocca ha saltado a la fama con la rapidez típica de los años ochenta, y ya ha estrenado con éxito en Nueva York piezas de repertorio balanchiniano, La bella durmiente y Cascanueces, siendo un fichaje personal de Mijail Barishnikov. La prensa especializada neoyorquina, de tradición muy exigente, se ha hecho eco de su espectacularidad. Bocca actuó en mayo de 1986, como invitado del teatro Bolshoi de Moscú y el Kirov de Leningrado, en producciones completas de Don Quijote y Cascanueces, un caso a registrar en la historia del ballet occidental.
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