Barrionuevo y Vera despacharon ayer sobre el incidente

El ministro del Interior, José Barrionuevo, y el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, trataron en la mañana de ayer sobre las responsabilidades en que incurrieron los mandos de los cuerpos de seguridad en el incidente en el que fue zarandeado el vehículo en que viajaba el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. Según ha trascendido, los dos máximos responsables del Ministerio del Interior están de acuerdo en sancionar con dureza y a la mayor brevedad posible a los causantes del incidente por negligencia y con los reglamentos de los dos Cuerpos en la mano, según fuentes del departamento. Barrionuevo y Vera ya habían comentado el incidente nada más producirse, pero no tenían en su poder algunos de los informes que fueron redactados sobre el mismo.

Según algunas fuentes, la decisión sobre las sanciones pueda retrasarse hasta la llegada el próximo viernes del director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, que se encuentra de vacaciones y se incorporará a su puesto ese día. Colorado está ya informado del informe realizado por el cuerpo que dirige.

El subdirector de la Policía, Agustín Linares, entregó ayer a Rafael Vera el informe realizado por ese cuerpo sobre el incidente y despachó con el secretario de Estado para la Seguridad sobre las responsabilidades en que pudieron incurrir quienes tenían a su cargo la seguridad en este caso.

En los próximas horas se eleverán propuestas de sanción por los responsables del departamento que serán finalmente decididas por Barrionuevo y Vera.

Fuentes oficiales del Ministerio del Interior reconocen que obviamente existió una serie de fallos en cadena "con origen en los servicios de información y posteriormente en la adecuada reacción a la concentración de trabajadores que tuvo lugar en Sidegasa".

Fuentes oficiales del departamento afirmaron que el vicepresidente del Gobierno no ordenó ninguna gestión para que se inciaran las investigaciones sobre el incidente, sino que el asunto fue abierto por los propios responsables del departamento quienes también estaban sensibilizados por el hecho de que el zarandeo del vehículo fuera presenciado por el propio hijo de Alfonso Guerra y su esposa. En círculos próximos d vicepresidente no ha trascendido ninguna reacción sobre el caso.

[La Dirección General de la Guardia Civil desmintió recientemente, las noticias aparecidas en diferentes medios de comunicación según las cuales varios jefes y oficiales del Cuerpo habían sido expedientados por los incidentes de El Alvedro].