Felipe González acepta un dialogo para acabar con el terrorismo, pero excluye una negociación con ETA

El presidente del Gobierno español, Felipe González, manifestó ayer, en una conferencia de prensa celebrada en la residencia veraniega en Latche del presidente de la República Francesa, François Mitterrand, su acuerdo con la búsqueda de procedimientos de diálogo para la erradicación del terrorismo de ETA, pero con total exclusión de una negociación política. Mitterran de rechazó la responsabilidad de París en la permanencia de la dirección de ETA en Francia, en una conferencia de prensa que trató sobre todo de la cooperación antiterrorista.

Con el viaje relámpago de Felipe González a Latche, en la región de las Landas, a unos 80 kilómetros al norte de Bayona, el presidente del Gobierno español reanudó su actividad política después de sus vacaciones veraniegas en el coto de Doñana.François Mitterrand, en cambio, había terminado ya su descanso estival y se desplazó expresamente desde París a su finca campestre en Latche para recibir, en un ambiente bucólico y reservado, primero, al presidente del Gobierno español, y luego, a medio centenar de periodistas españoles y franceses, que en la conferencia de prensa que siguió al encuentro de los dos mandatarios se interesaron sobre todo por la cooperación en la lucha antiterrorista.

El presidente español aseguró una vez más que "un Estado democrático no puede negociar políticamente con los terroristas, ni puede ceder al chantaje de la violencia".

Felipe González no respondió a la pregunta de si el Gobierno que encabeza tiene indicios o constancia de que ETA Militar quiera iniciar una vía de diálogo que conduzca a su definitivo abandono de las armas. "Excluida la hipótesis de la negociación política", dijo González, en cambio, "si se encuentra, a través de otros procedimientos el diálogo que permita acelerar el fin del terrorismo, de acuerdo".

El jefe del Ejecutivo español insistió también en que "el Gobierno no va a cambiar su punto de vista sobre la erradicación del terrorismo". Tanto González como Mitterrand eludieron dar más detalles sobre el contenido de su conversación respecto a la colaboración antiterrorista.

Según el presidente francés, en la hipótesis de que la dirección de la organización terrorista permanezca todavía en Francia, no es por consentimiento de las autoridades policiales, sino por la habilidad de los terroristas y se negó a aceptar que falte todavía un paso más en la política de expulsiones practicada actualmente por Francia.

Preguntado sobre el "problema vasco", Mitterrand contestó que "el problema vasco como tal es un problema estrictamente español", aunque reconoció que había surgido en la conversación en cuanto problema de terrorismo.

Felipe González calificó de "positiva y muy importante" la actitud francesa. Mitterrand, por primera vez en un encuentro con dirigentes españoles, aseguró que el procedimiento judicial de extradición de supuestos terroristas es el más adecuado, en referencia indirecta y suave al actual procedimiento de urgencia absoluta, que ha permitido la expulsión a España de 83 refugiados vascos.

La exculpación de un tercio de los expulsados por parte de las autoridades judiciales españolas es, según Mitterrand, una prueba más del funcionamiento democrático.

El acuerdo con EE UU

Felipe González se mostró optimista respecto a la posibilidad de un acuerdo con Estados Unidos para la reducción de la presencia militar norteamericana en España y aseguró que "está en la lógica de la historia" la devolución de Gibraltar a España, y que se conseguirá con "racionalidad y paciencia". González se entretuvo en explicar a los periodistas franceses que las actuales fricciones derivan de la ocupación por Gran Bretaña de la franja territorial intermedia donde se asienta el aeropuerto gibraltareño, circunstancia que no tiene ninguna base jurídica según sus palabras.

El futuro de Europa y las relaciones bilaterales ocuparon, por lo demás, las cuatro horas de conversaciones entre Mitterrand y González. El encuentro de ayer se incribe, según explicó el presidente francés, en el calendario de trabajo hispano-francés, que prevé un viaje oficial del Rey a París en octubre, el seminario de ministros hispano-franceses, el próximo otoño, y el viaje de Felipe González a París, previsto para noviembre de este año.

Europa

En la misma línea de los anteriores encuentros, González y Mitterrand quisieron mostrar la confluencia de puntos de vista en los principales temas comunitarios, con especial referencia a la necesidad de una defensa específicamente europea. Sobre ésta, González afirmó que "si se quiere avanzar no debe hablarse sólo de temas económicos, sino también de una seguridad europea compartida".

El Acta Única Europea, el presupuesto comunitario, los temas de seguridad y la cooperación política fueron los aspectos referidos a la Comunidad Europea más trataddos en el encuentro. Ambos mandatarios señalaron también que habían hablado ampliamente de la incorporación española al Sistema Monetario Europeo y a la Unión Europea Occidental.

Tanto Mitterrand como González hicieron también referencias a que el encuentro, además de oficial, tenía un componente amistoso y personal por la relación que une a los dos dirigentes.

Pasadas las 19.00 horas, el jefe del Ejecutivo español al aeropuerto de Barajas, desde donde se trasladó en helicóptero al palacio de la Moncloa.