El presidente de Túnez organiza una milicia parapolicial contra el integrismo
El presidente de Túnez, Habib Burguiba, ha movilizado, a todos los cuadros y militantes del Partido Socialista Desturiano (PSD, en el poder) para que colaboren directamente con la policía, en misiones de vigilancia e información, en la lucha del Estado contra la violencia integrista, cuyo abanderado aquí es el clandestino Movimiento para la Tendencia Islámica (MTI), proiraní. Majub Ben Ali, veterano combatiente anticolonial, ha sido puesto al frente de esta milicia parapolicial del partido, con el cargo de director adjunto de PSD, encargado de la vigilancia.
Las instituciones del Estado han recibido en los últimos días una circular del Gobierno en la que se prohíbe el acceso a las oficinas de la Administración de funcionarias cubiertas con el tradicional chador. Una medida similar se ha adoptado para el próximo curso escolar y universitario, con mención expresa al profesorado, al que se le prohíbe cualquier indumentaria, masculina o femenina, que pueda representar una manifestación de integrismo. También han sido clausuradas las salas de oración de los establecimientos administrativos, de manera que cualquier acto religioso sea realizada únicamente en las mezquitas, controladas por la policía. Personal jubilado de la Guardia Nacional, gendarmería y policía ha sido igualmente movilizado para que intervenga en auxilio de los efectivos de seguridad. En todos los hoteles del país figuran desde hace unos días agentes de policía de paisano con la misión de identificar a cualquier ciudadano tunecino que acuda al establecimiento. Los agentes registran en un libro el nombre, la hora de llegada y en ocasiones el motivo de la presencia.
Patrullas oficiales, a pie y en automóvil, vigilan las principales calles de la capital y sus alrededores. De madrugada la vigilancia es mucho mayor; los policías realizan controles para identificar a los automovilistas y registrar sus datos. Miembros del Ejército colaboran asimismo en las calles con las fuerzas de seguridad.
Esta importante movilización ha coincidido con una remodelación dentro del Ministerio del Interior, que dirige el general Zine el Abidin Ben Ali, el hombre fuerte del país. Nueve nuevos gobernadores acaban de ser nombrados, así como dos directores generales que asistirán al titular del departamento en la estrategia para la lucha contra el integrismo.
El nuevo responsable de las milicias parapoliciales del partido, Majub Ben Ali, de 61 años, es un hombre de absoluta confianza de Burguiba. Condenado a dos años de trabajos forzados y cinco de exilio por la autoridad colonial francesa, fue no sólo fundador del primer cuerpo de seguridad personal del presidente, sino también del embrión de la actual Guardia Nacional, una fuerza de choque militarizada de 3.500 hombres, de la que también fue primer comandante entre 1961 y 1967. Durante la guerra entre Argelia y Francia se responsabilizó de la ayuda de Túnez a los muyahidin (combatientes) argelinos.
Paralelamente a estas medidas internas, el ministro de Asuntos Exteriores, Hedi Mabruk, está convocando a todos los embajadores "en una iniciativa de información sobre la acciones subversivas acaecidas recientemente y los atentados inspirados por el extranjero con el objetivo de la desestabilización", según una nota oficial de la agencia TAP. "La cooperación internacional", indica la nota, "es más necesaria que nunca para acabar con el terrorismo".
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