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Los hijos de las hijas

"Señor juez, lo que me hizo mi padre es mentira". La adolescente había declarado hace unos meses que su padre la estaba violando desde los nueve años. Pero ahora intenta retractarse ante el juez para evitar que la familia se rompa. "El padre fue a la cárcel, y ella, a un colegio. Pero la niña no se adaptó, por lo que volvió a su casa", relata el juez. Y ahora, cuando la familia desea que todo se arregle y que el padre vuelva a casa, la menor ha revocado su declaración. El juez Ventura, uno de los cuatro jueces del Tribunal Tutelar de Menores de Madrid, ha tenido en sus manos cuatro casos relacionados con abusos sexuales en lo que va de año. Son casos simbólicos que llegan a cuentagotas, la punta de iceberg de un delito difícil de probar. "Hasta hace poco, estos delitos venían camuflados en un lenguaje anacrónico, dentro del apartado de ejemplos corruptores, donde cabía todo, desde el alcoholismo a la prostitución". Ahora, los delitos empiezan a llamarse por su nombre, pero apenas son el 2% de los expedientes incoados.

"Yo estudié exhaustivamente 198 casos de fugas de hogar de adolescentes en los años setenta. y el incesto flotaba en muchas de ellas, pero no de manera explícita", comenta la socióloga María Jesús Miranda. "Los archivos de Menores no registraban esto; sólo en la residencia de madres solteras de Mirasierra se aludía, de manera clara, a que algunas habían sido embarazadas por el padre". Y añade: "En una ocasión, un padre se me echó a llorar y me pidió que internáramos a su hija, porque no se podría contener". Otras; veces, el oscurantismo de los años cincuenta convertía a las víctimas en Lolitas que se marchaban con el primero que encontraban para huir del padre agresor.

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