El feto de la joven que se disparó un tiro en el vientre murió por asfixia y desnutrición

El feto de siete meses que gestaba Olimpia Borges, la joven portuguesa residente en Andorra que se disparó un tiro en el vientre, murió por asfixia y desnutrición a causa de unas pequeñas perforaciones en la placenta que provocaron la pérdida del líquido amniótico.

La autopsia practicada al feto, a requirimiento del juez francés que instruye la causa, revela que la bala que penetró en el vientre de Olimpia no afectó directamente al feto, pero sí provocó unas pequeñas perforaciones en la placenta y un hematoma en la matriz. La hemorragia interna, que pudo ser observada a través de las ecografías, determinó que el feto no pudiera sobrevivir.

Fuentes médicas del Centre Hospitalari d'Andorra, en el que fue intervenida la joven embarazada el pasado 30 de julio, precisaron que el feto pudo salvarse si se hubiera neutralizado la hemorragia. Sin embargo, la dirección del hospital y el Colegio de Médicos de Andorra han hecho públicos sendos comunicados en los que lamentan que se haya cuestionado la actuación del personal médico en este caso. El juez francés investiga los motivos por los que no se practicó una cesárea para salvar al feto.

Olimpia, que estuvo una semana hospitalizada, y su compañero Luis Antonio Veiga, detenido como presunto inductor del disparo, están en prisión.