Cuatro heridos graves y más de 100 contusionados al cargar policías antidisturbios en Bilbao
Más de 100 personas resultaron contusionadas y otras 20 heridas, cuatro de ellas de gravedad, en la noche de ayer tras cargar efectivos antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía contra los ciudadanos que se encontraban reunidos en el recinto ferial de Bilbao. La actuación policial se extendió a lo largo de casi dos horas, provocando el pánico de los viandantes. La coordinadora de comparsas, agrupaciones encargadas de la organización de la Semana Grande (Aste Nagusia) bilbaína, calificó la actuación policial de "masacre indiscriminada" y exigió la dimisión del gobernador civil de Vizcaya, Iñaki López.
Las comparsas, que consideran a Iñaki López "único responsable" de los sucesos, han anunciado que presentarán una denuncia por los desperfectos ocasionados por los agentes en las txoznas (casetas) mientras que los heridos interpondrán una querella criminal colectiva contra el gobernador civil. La tradicional bajada que todos los días de la Semana Grande realizan las comparsas desde la plaza de toros hasta el recinto ferial, ubicado en los jardines del Arenal del casco viejo bilbaíno, se efectuará hoy tras una pancarta con el lema Que se vayan, en referencia a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Actitud desafiante
Un fuerte contingente policial comenzó a tomar posiciones junto al Arenal y dentro del propio recinto ferial poco antes de las 19 horas con motivo de la manifestación que allí habían convocado, a las 21 horas, las gestoras pro amnistía en favor de los presos y refugiados vascos en el sur de Francia. Esta manifestación fue desconvocada poco después por sugerencia de la coordinadora de comparsas. El Gobierno Civil de Vizcaya había declarado ilegal esta concentración y anunciado su intención de impedirla. Poco antes de las 21 horas, cuando las comparsas se acercaban al recinto festivo, comenzaron los incidentes, al parecer, por la actitud desafiante de un joven, en estado ebrio, que empujó a un agente. El policía respondió al empujón y las personas que estaban en las inmediaciones comenzaron a correr, lo que provocó la desbandada de los cientos de personas que se encontraban en el Arenal esperando a las comparsas.
Inmediatamente los antidisturbios comenzaron a disparar gran cantidad de pelotas de goma y botes de humo por todo el recinto, que se llenó de humo. La actuación policial parecía estar perfectamente coordinada por una sola orden de disparar contra todo lo que se moviera.
Tras dos cargas contra los paseantes, en su mayoría señoras y niños de corta edad, y contra los mozos que servían en las txoznas y quienes se habían parapetado detrás de las barras de consumición, los miembros de las comparsas llegaron al recinto y se enfrentaron, después de unos momentos de calma, a los policías.
Escenas insólitas
Las cargas se reprodujeron y el pánico cundió entre los reunidos en el recinto ferial en donde se pudieron apreciar escenas insólitas. Mientras un ciudadano se dirigía a los policías, con los brazos en alto, para preguntar por donde podía salir de la plaza, varios jóvenes atemorizados se arrojaron a la ría del Nervión. Uno de estos jóvenes permaneció oculto bajo un puente hasta que los bomberos lo rescataron. La Cruz Roja denunció que se habían efectuado disparos de botes de humo y pelotas de goma contra su puesto de socorro. La calma no se restableció hasta cerca de las once de la noche, momento en que las dotaciones policiales se retiraron. La coordinadora de comparsas, reunida junto al puesto de socorro de la Cruz Roja, protestó, ante los medios informativos, poco después de que la policía efectuara su última carga, por los hechos acaecidos. "Nosotros no hemos hecho más que tratar de que continuara la fiesta y, en todo caso, hemos intentado reducir su aspecto reivindicativo al mínimo más insignificante buscando fórmulas intermedias", señaló uno de los portavoces del grupo.
Los portavoces de la coordinadora se referían, al aludir a esa fórmula intermedia, a su propuesta de realizar un pasacalles festivo alrededor de la, plaza del Arenal. "Pero de nada, ha servido porque el diálogo con la policía ha sido imposible".
Según pudo saber este periódico, el alcalde de Bilbao, el peneuvista José María Gorordo, intentó inediar ante el gobernador civil al que le solicitó que no enviara dotaciones policiales al recinto ferial. Por su parte, el gobernador, que aseguraba que comprendía la petición del alcalde, le respondió que, por su parte, estaba dispuesto a impedir a toda costa la manifestación que en principio estaba convocada.
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