Contra el SIDA
Es curioso esto de la salud. Encontraré médicos a cientos, dispuestos a matarme de hambre o de lechuga como engorde un poco; y a miles, que me quitarán del tabaco a la menor tosecilla. También me veo sometido a feroz propaganda, que no vacila en pedirme mil sacrificios para "llevar una vida sana": que ojo con la tensión, que si hagas deporte, que si no comas, que si no bebas, que si no fumes...En cambio, para prevenirme contra el SIDA sólo se les ocurre darme gomina, y como quien da sangría en barraca de feria. Y no paran de aleccionarme por TV para que me la enfunde en "mis relaciones con desconocidos".
Me parece conmovedora esta preocupación de nuestras instituciones sanitarias, y grande torpeza el suponer a todo españolito homosexual en potencia. Estoy por ofenderme y montarles pleito. Pero les sugeriré un nuevo enfoque de la campaña antiSIDA, que de seguro resultará más eficaz, a saber: fomentar en la población esa maldita "vida sana" a que antes me refería. ¡Apliquemos la medicina preventiva.l ¿O es que se van a ruborizar por aconsejarme que no yazca con quien no debo? Al cabo, es lo que siempre nos han dicho en el jardín de infancia... Más tendrían que subirles los colores por aconsejarme que eyacule con funda, cuando ni siquiera está probada la eficacia anti-SIDA del globito. Y medrados estamos, como sea pareja a la anti-baby.
Claro que para admitir tamaño enfoque hace falta conceder algo que quizá algunos no entiendan: que no hace falta esperar a la pitopausia para llevar esa "vida sana"; basta con tenerlo todo muy bien dispuesto y en su sitio.-
Barcelona.
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