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El vídeo delator

Carlos Yárnoz

El sargento y el cabo primero de la Guardia Civil que colocaron el artefacto en los almacenes Pryca de Oyarzun (Guipúzcoa) debieron preparar la acción con todo lujo de detalles, acostumbrados a participar en la investigación de este tipo de delitos. Sin embargo, no tuvieron en cuenta un detalle elemental: una cámara oculta de vídeo instalada por los responsables del centro comercial graba diariamente la entrada y salida de todas las personas que acuden o se aproximan al local.

De esta forma, la llegada y salida de Pryca de los dos agentes quedó registrada en la cinta de vídeo en la tarde del pasado día 15. Quienes conocen la grabación aseguran que no llegó a grabarse el momento en el que los agentes depositaron el artefacto, pero sí son claramente identificados cuando cruzan la puerta al entrar y al salir.

Más información
En prisión los guardias civiles que amenazaban con bombas y me colocaron una en un local de Oyarzun

En la 'lista negra'

El centro Pryca de Oyarzun, que figura en la lista negra de las Gestoras Pro Amnistía, ya ha sido objeto de dos atentados de ETA, así como de numerosas amenazas telefónicas anónimas. Por eso, sus propietarios decidieron instalar un complejo sistema de seguridad y protección del que forman parte cámaras de vídeo. La bomba depositada por los guardias estaba "perfectamente construida" y su explosión hubiera podido originar la muerte a alguna persona, según aseguraron ayer las fuentes oficiales consultadas. Para fabricar el artefacto, los guardias emplearon 250 gramos de Goma 2, cuando ETA utiliza en casi todos sus atentados, y desde hace meses, amonal.

En fuentes oficiales consultadas ayer, no se descartó la posibilidad de que la cinta de vídeo sea aportada como prueba en el proceso judicial iniciado contra los dos agentes, aunque precisaron que quizás no sea necesario, ya que los dos detenidos han reconocido los hechos ante el juez.

La detención y encarcelamiento de los dos agentes implicados en este caso se han producido sólo unos meses después de que otros dos guardias destinados en Irún (Guipúzcoa) fueran sorprendidos por miembros de la Policía Municipal cuando cargaban prendas de vestir en una furgoneta del cuerpo que tenía trucada la matrícula. Las prendas, valoradas en 1.700.000 pesetas, habían sido presuntamente robadas de un establecimiento comercial.

Los dos guardias fueron detenidos y procesados. Se trataba de]. sargento Enrique Dorado Villalobos y el cabo Felipe Manuel Bayo Leal.

De acuerdo con el correspondiente sumario, el sargento Dorado encañonó a los agentes municipales y llegó a efectuar un disparo al aire con una pistola de fabricación alemana cuya numeración había sido borrada.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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