El dólar y el precio del petróleo cayeron ayer, en una tónica de cierta confusión en los mercados bursátiles

Los malos resultados registrados por la balanza comercial norteamericana, que en junio contabilizó un déficit de 15.700 millones de dólares, continuaron ayer presionando al dólar a la baja en todo el mundo, al mismo tiempo que el precio del petróleo caía por debajo del precio oficial establecido por la OPEP de 18 dólares barril, caída atribuída a la abundante oferta mundial de crudo. La divisa estadounidense cerró así en Tokio a 148,55 yenes y 1,8650/55 marcos, mientras en Francfort cerró a su nivel más bajo de las últimas semanas, con 1,8485 marcos, frente a los 1.8770 del lunes.

En el mercado mundial de petróleo, la creciente sensación de la existencia de un exceso de oferta de crudo ha servido para olvidar los temores provocados por la crisis del Golfo Pérsico. "No hay nada que pueda evitar el hundimiento del mercado, porque éste está sobreabastecido", manifestaba ayer a Reuter un importador japonés.

Tanto los mercados de divisas como las bolsas de valores estuvieron ayer presididos por una tónica de confusión, dada la ausencia de consenso sobre el devenir del dólar y lo que ello puede suponer para la economía nipona y la Bolsa de Tokio. Muchos analistas estiman que la divisa estadounidense seguirá cayendo hacia los 147,5 yenes. Ello se tradujo, en suma, en que Tokio cedió terreno, lejos de la fiebre del lunes en Nueva York, para cerrar a 25.344,34 puntos.

La bolsa de Nueva York, por su parte, cayó ayer de forma acusada, tras el nuevo máximo histórico registrado en la sesión de anteayer. El índice Dow Jones perdía a media sesión 65 puntos, para recuperarse posteriormente y cerrar con un descenso de 50 puntos. Los mercados de bonos norteamericanos también registraron pérdidas importantes.

Los precios de los metales preciosos experimentaron ayer una sensible recuperación, cerrando el oro a 457,50 dólares por onza, tras abrir a 453,50. Las razones para esta renovada fortaleza, según Shearson Lehman/ American Express, residen de nuevo en el descenso del dólar, lo que puede reactivar las ya casi olvidadas tensiones inflacionistas en EE UU.