La sospecha de que el subdirector de Exteriores colaboraba con el CESID propició la investigación

Las sospechas de que José María Rodríguez Cordón -destituido a finales de julio como subdirector del Ministerio de Asuntos Exteriores- colaboraba con el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) originó el inicio de unas investigaciones policiales que pusieron al descubierto la presunta percepción de comisiones por el citado funcionario, según informan altas fuentes de la Administración. Para estas fuentes, el incidente es un resultado más del enfrentamiento que en algunas áreas, como la de Exteriores, mantienen los servicios policiales de información (dependientes de Interior) con el CESID (que depende de Defensa).

El secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, decidió hace un año aproximadamente, y ante las numerosas fugas de información observadas en diversos departamentos, destinar policías de su confianza a algunos departamentos. Al de Exteriores envió a un subcomisario. La investigación sobre las actividades de Rodríguez Cordón -encargado de las compras de sistemas de seguridad y comunicaciones del ministerio- fue realizada por técnicos de la policía. Una de las primeras instituciones a las que se comunicó la presunta implicación del subdirector en la recepción de comisiones fue precisamente el CESID, organismo al que altos cargos de Exteriores informaron de lo ocurrido, según aseguran fuentes oficiales.

"No soy miembro del CESID", declaró ayer telefónicamente el subdirector destituido, localizado fuera de Madrid durante sus vacaciones. "Yo tenía un equipo en el que había gente del CESID y gente de Interior. La gente de Interior llevaba más las cuestiones de la seguridad de los edificios del ministerio en España, y el CESID se ocupaba más en la seguridad de las embajadas; pero era ésta una distribución un poco laxa, porque a veces se intercambiaban".

"En esa supuesta guerra entre el CESID e Interior yo no estoy. Yo trabajaba más con la gente del CESID, porque con ellos debía hacer los viajes para cuestiones relacionadas con la seguridad de las embajadas. Pero yo no tengo preferencias entre unos u otros. Eso no es mi guerra. El contraespionaje me tocaba muy de refilón, tenía algo que ver con mi trabajo, pero no era mi trabajo", afirma Rodríguez Cordón.

Relaciones fluidas

Fuentes de Exteriores señalaron ayer que la llegada de este subcomisario fue solicitada por el propio departamento ante las deficiencias comprobadas en los sistemas de seguridad. Fuentes de la Seguridad del Estado indican, por otra parte, que las relaciones entre la policía, el CESID y Exteriores son fluidas. El jefe del gabinete del subsecretario de este ministerio es el enlace permanente con Interior; y se reúnen con periodicidad el subsecretario, Fernando Perpiñá, y Rafael Vera. En algunas ocasiones las entrevistas se producen también con la presencia del jefe del CESID, el general Emilio Alonso Manglano. En todos estos casos se trata de evaluar la información que afecta a ambos departamentos. Tras la llegada del subcomisario a Exteriores, se realizaron dos barridas por todo el ministerio para localizar micrófonos ocultos. Las fuentes consultadas han señalado que no fue encontrado ninguno, pero otras fuentes policiales aseguraron en su día que sí había sido detectado un micrófono en una sala, aunque se desconocía cómo y quién había colocado el sistema.

De otro lado, las fuentes consultadas aseguran que, según los informes confidenciales presentados a Fernández Ordóñez, Rodríguez Cordón es sospechoso de haber recibido comisiones por un valor aproximado de 200 millones de pesetas. "Datos hay muchos, hasta con nombres propios, pero lo que se desconoce es si el juez los considerará como pruebas suficientes", han precisado.

Rodríguez Cordón dice al respecto: "Yo insisto en que veo tres hipótesis: que me acusase una empresa en represalia porque no había obtenido un contrato; que algún órgano manipulase a una empresa para que me acusara; o, en tercer caso, que la empresa y ese otro órgano fuesen manipulados a su vez por un tercero. Hace dos años las comunicaciones del ministerio eran muy vulnerables, y ahora estaban empezando a dejar de serlo; y tal vez eso no le interese a alguien. Quizás han montado todo este escándalo para que ese puesto no lo quiera nadie, y se pueda poner a un mindundi".

Preguntado si la vinculación con el CESID tal vez procede de un curso de criptología (descifrado de mensajes) que realizó en ese centro, el ex subdirector indicó: "El curso de criptología lo hice en el año 1982, en el CESID. Lo hice en el CESID porque es el único organismo donde eso se puede estudiar; pero esto no quiere decir que sea del CESID, igual que alguien que ha estudiado en Deusto no tiene por qué ser jesuita o alguien que ha estudiado en Navarra no tiene por qué ser del Opus. Temo que haya habido algun falseamiento. Lo que pido es que se miren a fondo los expedientes, mis cuentas corrientes, tal vez de lo que me acusan es responsable una tercera o una cuarta persona".

Rodríguez Cordón señaló también que su próximo empleo estará en el gabinete del subsecretario, adonde será destinado con nivel 28 (sueldo de unas 240.000 pesetas). En principio, el ex subdirector fue informado de que sería destinado al Consejo de Asuntos Exteriores, con nivel 24, lo que le suponía una pérdida de unas 120.000 pesetas respecto al sueldo que percibía (nivel 30, con unas 300.000 pesetas).