Boxeadores cubanos y militantes de un grupo anticastrista se enfrentan en Indianápolis

Los boxeadores cubanos que asisten a la décima edición de los Juegos Panamericanos tuvieron ayer su primer enfrentamiento violento con militantes anticastristas residentes en Estados Unidos cuando éstos les provocaron rompiendo una bandera cubana, según afirmaron algunos testigos presenciales de los hechos. Los incidentes se saldaron, según fuentes policiales, con un detenido y tres heridos leves. Otros testigos aseguraron que se ofreció dinero a los atletas para que desertasen a Estados Unidos, pero esta versión no ha sido confirmada por las autoridades estadounidenses.

Los deportistas presenciaban los combates de la jornada en el Centro de Convenciones cuando se iniciaron los incidentes. Los boxeadores respondieron con golpes -sobre todo Pablo Romero, del peso semipesado- a las provocaciones de los espectadores. Se produjo entonces una pelea que dio lugar a la detención de Ramón Delemos -un anticastrista de 35 años, residente en Ohio-, además de resultar heridos leves y terminar con el rostro ensangrantado tres miembros del movimiento Cuba Independiente y Democrática (CIDM). En el transcurso de la pelea, los agentes de seguridad cubanos se emplearon a puñetazos también contra los exillados. La CIDM es un grupo anticastrista dirigido por el comandante Huber Martos, antiguo lugarteniente del presidente cubano, Fidel Castro. Ningún deportista resultó dañado. Como consecuencia de los hechos, Manuel González Guerra, presidente del Comité Olímpico de Cuba, presentó una reclamación al del comité organizador de los Juegos Panamericanos, Mark Miles. Manuel González, que estima que la policía local es la causante de estos actos anticubanos, había afirmado a la agencia Efe hace unos días que no responderían a insultos o provocaciones verbales, aunque sí lo harían ante cualquier intento de agresión.

Los décimos Juegos Panamericanos han estado marcados por la política. Al coronel chileno Sergio Arredondo se le negó en primera instancia el visado para participar en la prueba de hípica, por estar acusado de múltiples asesinatos en Chile en 1973. Desde la llegada del equipo cubano a Estados Unidos, los anticastristas dieron publicidad a las oficinas locales para exiliados políticos e incitaron a los deportistas a desertar, recibiéndoles con la siguiente pancarta: "Bienvenidos al país de la libertad".

Sin embargo, han sido 10 miembros de la República Dominicana los que han desaparecido hasta ahora, ocho militares y policías y dos yudocas, que serán considerados desertores si no regresan en el plazo de 10 días.

Cambio de medalla

En el terreno deportivo también se han producido incidentes. Así, el equipo canadiense de rifle de aire comprimido fue declarado medalla de oro, después de la reclamación efectuada ante el jurado técnico de la prueba, que había dado como vencedor a Estados Unidos con dos puntos más que los canadienses. Cuatro horas después de conocerse los resultados oficiales, los jueces rectificaron su decisión anterior y dieron la clasificación definitiva, en la que Canadá superaba por un punto a los anfitriones. Por otra parte, la nadadora de Canadá Sally Gilbert, participante en el relevo 4200 metros libres, que había dado positivo en el control antidoping, no será sancionada, al haber informado con anterioridad que iba a tomar un medicamento contra el resfriado. Se llevó a cabo un segundo control, pero los resultados no se han dado a conocer. Mario Vázquez Rana, presidente de la organización deportiva panamericana, se limitó a declarar: "El caso está cerrado. En la noche del jueves supimos que no había problemas, porque ella informó que iba a tomar una medicina".

En cuanto al medallero, Estados Unidos domina claramente con 230 medallas (97 de oro, 75 de plata y 58 de bronce). Canadá, con 109 (20, 35 y 59) y Cuba, con 102 (50, 29 y 23), le siguen muy de lejos.