Terrorismo musical
J. J. Novoa, propietario del establecimiento One Way, una discoteca enmascarada de terraza de verano situada en terrenos municipales, a unos 400 metros de la urbanización Pinar del Plantío, decidía unilateralmente -movido por un honesto afán de lucro rápido- que el verano es para divertirse, que el trabajar en esta estación es propio de gentes retrógradas y que con dormir dos o tres horas al día es más clue suficiente. Ante la resistencia a esta tesis ofrecida por las 350 familias que han obtenido el lógico amparo de su alcalde, el señor Novoa declara a EL PAÍS que "la política municipal en este tema es la estrategia del terror, empleando una actitud dictatorial y propia de la posguerra". Sobra cualquier comentario.-
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