El momento más esperado

A. M., El cielo estaba nublado, hacía un calor insoportable y los nervios estaban a flor de piel. Casi un centenar de reporteros gráficos y cámaras de televisión aguardaban el momento más esperado: la foto de la familia real española junto a los príncipes de Gales y sus hijos. Los fotógrafos, cargados de cámaras, objetivos e incluso pequeñas escaleras, temían no poder alcanzar a tiempo un buen lugar desde donde tomar las fotos.

Por cada español había dos ingleses, y el desorden fue tan grande que la organización de la Casa Real se fue abajo. El servicio de Prensa se vio desbordado, "quizá porque están contagiados del período vacacional de los Reyes y no se dan cuenta de que la Prensa nacional e internacional no está de vacaciones", comentó un periodista. Carreras, gritos y enfados caracterizaron la entrada de la nube de fotógrafos en el jardín de Marivent. Parecía un enjambre de abejas, y los aguijones, los objetivos de las cámaras. Los ingleses corrieron más y se situaron en el mejor lugar, lo que provocó el enfado, en parte justificado, de los españoles, que querían una sesión con más espacio para todos. Los ingleses no habían respetado las reglas, si es que éstas existieron en algún momento.

Los encargados de atender a los fotógrafos perdieron el control de la situación inmediatamente, y a empujones intentaron poner orden. Los españoles iniciaron en ese momento un plante con la intención de que alguien controlara la situación. La salida de los Reyes y los príncipes de Gales se produjo en el momento en que los fotógrafos nacionales habían dejado sus cámaras en el suelo.

Completamente ajenos al problema que se planteaba en su jardín, don Juan Carlos, doña Sofía, los príncipes de Gales y sus respectivos hijos comenzaron a posar ante los británicos. Poco después, cuando todo parecía indicar que el plante iba a ser advertido por el Monarca, el Rey aceptó prolongar la sesión, quizá intuyendo que algo estaba ocurriendo. En ese momento los españoles decidieron tomar sus fotos.

El representante de la Embajada británica en Madrid, agregado estos días en el consulado de Palma, comentó muy diplomáticamente: "No puedo dar mi opinión, porque no soy delegado de Prensa". Una hora antes este diplomático había comunicado a sus compatriotas que desde el palacio de Buckingham se había pedido a todos los directores de periódicos ingleses que si no respetaban la intimidad de los príncipes de Gales no se realizarían nunca más sesiones como las de Marivent.

Ayer, en el palacio de Marivent, había unos 100 fotógrafos, de los que sólo unos 30 eran españoles. La importancia de este retrato familiar se refleja en algunos de los medios acreditados ayer en Palma. Allí estuvieron, pegando codazos, Paris Match, Newsweek, The Times, la BBC, la totalidad de los tabloides amarillos de Londres, una agencia jordana, varias revista norteamericanas del corazón y los medios informativos más importantes de España.