Aspera polémica en Francia por un libro de Sala-Molins sobre el esclavismo

Louis Sala-Molins vive en Toulouse y dos días a la semana trabaja en París, en la Sorbona, donde profesa como catedrático de Filosofía del Derecho. Su trabajo universitario es de una discreción asombrosa para una sociedad tan llena de ruidos como la francesa. Las intervenciones públicas, la polémica, los medios de comunicación en definitiva, Sala-Molins los reserva para su vida hipopirenaica, donde Louis se llama Lluís y es conocido por su nacionalismo catalán radical y por su no menos radical repudio del terrorismo. Sala-Molins acaba de irrumpir, con no poco fragor, en la escena intelectual e ideológica francesa.

Un libro suyo titulado El código negro o el calvario de Canaan, que apareció hace cuatro meses en una austera edición universitaria, ha sido ya reeditado y se ha convertido en objeto de una polémica central en la vida francesa. El código negro, es la edición crítica de un texto básico para comprender la posición de Francia respecto al esclavismo. En el libro, Sala-Molins demuestra que no es únicamente la Francia del ancien régime, sino la patria de la Ilustración y de la Revolución Francesa, la que llegó a codificar, a escribir leyes sobre unas personas a las que no se reconoce ninguna entidad como sujeto de las leyes: los esclavos. "Ellos lo saben, pero se burlan de ello", dice Sala-Molins. Y añade:

Los silencios de las luces me interesan porque los manuales de historia y de filosofía no terminan nunca de desbordarse de entusiasmo en Francia cuando llega la hora de la razón y cuando suena hacia todos los vientos el cuerno de la fillantropía universal".

Harto de la grandeza

"Estoy harto de la grandeza de Francia". Con esta frase rotunda, Sala-Molins define casi el punto de partida de su investigación. "El código negro es casi la prueba del nueve del fracaso de la idea del Siglo de las Luces", asegura.El código negro fue promulgado en 1685 por Luis XIV, cargado de tintas todavía más inhumanas en 1724, y abolido, después de conseguir sobrevivir a la Revolución, en 1848.

Las reacciones a su trabajo universitario no se han hecho esperar. Uno de los abogados del ex comandante nazi Klaus Barbie, el argelino Nabib Buita, hizo una amplia referencia a Sala-Molins y a su edición del código negro en su alegato en el juicio de Lyón, a principios de julio. Para Buita, Sala-Mohris ha realizado una aportación más al conocimiento del papel jugado por el colonialismo francés y ha contribuido a clarificar la relatividad del concepto de crímenes contra la humanidad utilizado para juzgar a los nazis.

Otros se lo han tomado en su sentido más opuesto. Alain-Gérard Slama, en un artículo en el semanario Le Point, asegura que Sala-Molins realiza su requisitoria contra el etnocentrismo del Siglo de las Luces "en un estilo jadeante, huraño y cargante contra la especie blanca occidental (a la que pertenece)".