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VERANO 87

Los príncipes de Gales consiguieron ayer dar completo 'esquinazo' la Prensa

Los príncipes de Gales, Carlos y Diana, no fueron vistos ayer durante el transcurso de la última regata de la Copa del Rey, lo que provocó la frustración de todas las personas que habían acudido para ver a la pareja tomando el sol en la cubierta del Fortuna. El viento rizó las aguas de la bahía de Palma y el capitán del yate real, el inglés Richard Cross, creyó conveniente que la embarcación no saliera a la mar. Los príncipes de Gales permanecieron en el palacio, mientras decenas de pequeñas embarcaciones repletas, de fotógrafos entorpecían la regata tratando de buscar a Carlos y lady Di.

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Un nuevo foco de interés para los fotógrafos

La pareja principesca consiguió ayer dar esquinazo a la Prensa, que se hartó de buscarles por la isla sin conseguirlo. La foto de ambos fue ayer imposible. Hoy, sin embargo, todo serán facilidades. Está prevista una sesión fotográfica en la que los Reyes de España y sus invitados posarán juntos en Marivent. Será la segunda versión de un retrato de familia que provocará la envidia de muchas monarquías europeas y que será reproducida en las revistas del corazón de medio mundo.El Fortuna fue ayer el protagonista de la última prueba de la Copa del Rey. Y lo curioso es que el yate estuvo atracado todo el día en la base naval de Puerto Pi. El viento hubiera dificultado mucho la vida a bordo si su capitán no hubiese decidido permanecer en tierra. Las aguas estuvieron rizadas durante toda la mañana y los fotógrafgos esperaron, soportando unas pésimas condiciones, sin poder ver a lady Di ni al heredero de la corona británica. La decisión de los príncipes de Gales de quedarse en casa resultó nefasta para muchos reporteros, especialmente los ingleses, muchos de los cuales habían gastado decenas de miles de pesetas para alquilar botes y lanchas para seguir el paseo principesco.

Caídas

Las olas provocaron además pequeños accidentes. Muchos fotógrafos cargados con cámaras y objetivos y poco entrenados a soportar los movimientos del mar, resbalaron en las embarcaciones y algunos sufrieron contusiones muy violentas.Quien también estuvo a punto de caer fue la reina Sofía a la que un movimiento inesperado del Rodamon, un yate amarrado en el club marítimo estuvo a punto de hacerla caer. Doña Sofía reaccionó rápidamente y se sujetó a una cuerda. Sonriente, comentó en voz alta: "menos mal que no me he caído".

La Reina había ido al club marítimo a recibir a su esposo, el rey Juan Carlos, y ambos abandonaron esas instalaclones en el Audi Quattro blanco del Rey a las 17.00 horas. Más tarde, regresarían para la entrega de premios. Los Reyes, sin duda, conocían la respuesta a. la pregunta que se estuvo formulando ayer el todo Palma. ¿Dónde están lady Di y Carlos? Esta cuestión quedó sin respuestapara. muchos, porque los pr Íncipes de Gales consiguieron terminar la jornada sin ser descubiertos ni molestados.

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Pese a que en Marivent nadie explicó lo que ayer hicieron Carlos y Diana, todo parece indicar que los príncipes estuvieron en la piscina del palacio, jugando con sus hijos Guillermo y Enrique. A mediodía, Carlos embarcó en el US Virginian, un enorme yate de un millonario estadounidense anclado desde la noche del pasado jueves en el puerto Portals.

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