Los bancos internacionales presionan al Gobierno venezolano para que firme un acuerdo de refinanciación de la deuda externa

La banca internacional está ejerciendo fuertes presiones sobre el Gobierno venezolano para que firme un nuevo convenio, modificando otro anterior, sobre la refinanciación de la deuda externa. Esta presión se produce en unos momentos en que crece un movimiento interno de oposición a dicha firma.Hace algunos días los negociadores venezolanos lograron una mínima mejoría en los términos acordados en febrero pasado, según los cuales el plazo se extendió de 12 años y medio a 14 para el pago de los 21.000 millones de dólares de deuda, sin tiempo de gracia y sin una leve reducción de las tasas.

Con la agudización de la crisis económica y la obligación de pagar este año por el servicio de la deuda global el 50% de los 10.000 millones de dólares ingresados por exportaciones, surgió un amplio movimiento en la opinión pública venezolana contra el acuerdo de refinanciación. Incluso en el gabinete económico y entre los altos dirigentes políticos del partido gobernante existen serios enfrentamientos entre los que aceptan y los que rechazan los términos del pago. Pese a estas posiciones encontradas, el ministro de Hacienda, Manuel Azpurúa, insiste en suscribir el convenio con los acreedores, pase lo que pase, ante la sola promesa de que vendrán nuevos préstamos del extranjero.

Ante el avance de la opinión nacional contra la firma del acuerdo, un grupo de banqueros norteamericanos ofreció un paquete crediticio de 2.000 millones de dólares para que Venezuela lleve a término el contrato y no caiga en las manos del Fondo Monetario Internacional.

Por otra parte, el presidente del Citibank de Venezuela, Amador Puertas, dijo que el país debe firmar la enmienda a la refinariciación porque de lo contrario "se van a complicar las cosas", en una clara advertencia sobre sus consecuencias negativas. Afirmó que si Venezuela sigue una política económica bien oríentada puede tener facilidades para recibir nuevos créditos externos.

De no concretar la firma con los banqueros, Azpurúa tendía que salir del Ministerio de Hacienda, pero los observadores sostienen que esto no ocurrirá, pues finalmente triunfará la decisión de protocolizar el acuerdo.