Interés del papa Juan Pablo II por una supuesta aparición de la Virgen en un pueblecito de Ucrania
La noticia de que la Virgen, con el Niño Jesús en brazos, se está apareciendo en el pequeño pueblo de Gruscevo, en Ucrania (Unión Soviética), está siendo seguida con particular interés por El Vaticano, aunque aún no ha suscitado comentarios oficiales de la Santa Sede. Al parecer, Juan Pablo II ha pedido que le proporcionen el máximo de información, no sólo sobre el caso, sino también, y sobre todo, acerca de la reacción que provoca entre la gente y en las autoridades de la URSS.
En medios del Vaticano se piensa que el caso de las apariciones puede constituir una buena prueba para conocer mejor en qué línea piensa moverse el líder soviético, Mijail Gorbachov, en el delicado y complejo mundo de la religión.
Se tiene esta impresión sobre todo porque en el Vaticano preocupa que, mientras los cambios que está viviendo la Unión Soviética bajo Gorbachov, alcanzan a casi todos los aspectos de aquella sociedad, en la cuestión de la libertad religiosa sigue todo igual de cerrado.
Prudencia
Por ahora, las noticias que llegan al Papa indican que las autoridades de la Unión Soviética se están comportando más bien con prudencia en Gruscevo. Así, Radio Vaticano, considerada la emisora del Papa, al recoger la información, ha subrayado especialmente el hecho de que la policía se está limitando, por ahora, a vigilar que el flujo de peregrinos se desarrolle ordenadamente y sin ningún incidentes. Según las informaciones llegadas desde la Unión Soviética, la Virgen, en un primer momento, se apareció a una mujer que miraba desde fuera a través de una ventana en una pequeña capilla abandonada cerca de Gruscevo. Sin embargo, cuando la policía rodeó el edificio para evitar que nadie se acercase, la gente empezó a ver a la Virgen fuera de la capilla, todos los días a partir de la pasada fiesta de la Ascensión.En la pequeña aldea de Gruscevo ya no quedan habitaciones para albergar a los peregrinos que llegan a contemplar las apariciones, y la gente tiene que acampar en los alrededores. Muchas personas dejan delante de la capilla sus donaciones, que las autoridades soviéticas recogen en cestos de mimbre usados para el pan. Cuando la imagen de la Virgen no es completamente clara, se puede ver por lo menos "una luz intensa". Lo que se desconoce -y el interés del Vaticano se centra en ello- es saber si la Virgen, además de aparecerse, también ha hablado.
De lo relatado por Ogorodnikov, lo que más ha llamado la atención hasta ahora a la Santa Sede es que, mientras en un primer momento la policía había tratado de impedir la llegada de la gente que se acercaba a la capilla, ahora se limita a controlar el tráfico de coches hacia el lugar para que todo se desarrolle en perfecto orden.
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