El secuestro de un avión de Air Afrique concluye en Ginebra con la muerte de un pasajero francés
Un trágico secuestro de avión, en el que una persona resultó muerta y 31 heridas, fue abortado ayer en el aeropuerto de Ginebra después de más de cuatro horas de tensión y negociaciones. El secuestrador, un libanés de 21 años, fue detenido y entregado a las autoridades judiciales suizas. Antes de ser reducido por un miembro de la tripulación, el pirata del aire mató a sangre fría a un pasajero de nacionalidad francesa.
El drama comenzó alrededor de las ocho de la mañana a bordo de un reactor DC-10 de la compañía multinacional africana Air Afrique que cubría el trayecto Brazaville-Bangui-Roma-París con 148 pasajeros y 15 tripulantes. El avión realizaba la última etapa del viaje cuando, de repente, se escucharon dos disparos y un joven entró en la cabina del piloto. Llevaba una bolsa con 20 kilos de explosivos y su intención inicial era viajar hasta Beirut.El piloto convenció al secuestrador -el libanés Hussein Alí Mohamed Hariri, que había sido liberado de las cárceles israelíes en 1985 en un intercambio de prisioneros palestinos- de que el aparato no tenía suficiente combustible para llegar- hasta el aeropuerto beirutí. El libanés, pistola en mano, ordenó entonces aterrizar en Ginebra.El aeropuerto suizo fue inmediatamente puesto bajo estrechas medidas de seguridad y las autoridades organizaron un gabinete de crisis presidido por Robert Ducret, jefe del Gobierno del cantón de Ginebra. El ministro francés de Seguridad, Robert Pandraud, viajó desde Niza a la localidad suiza, pero llegó cuando se iniciaba el desenlace.Poco después de tomar tierra, el secuestrador inició negociaciones con Ducret a través de la torre de control del aeropuerto. Pidió la liberación de su hermano, un shií preso en la República Federal de Alemania, y exigió que se cargasen los depósitos del avión y que trajesen comida para los pasajeros. En ese momento, el secuestrador, que se expresaba en francés y árabe, se encontraba sereno. Mantuvo también una conversación con un miembro de la Oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Ginebra, quien fue requerido para mediar por las autoridades suizas.
Cambio de tono
Bruscamente, el libanés endureció su tono. Rechazó la comida solicitada y amenazó con matar a los pasajeros si no se satisfacían sus demandas inmediatamente. Tres horas después del inicio del secuestro, hizo evacuar la sección de primera clase y dejó allí solo al francés Xavier Beaulieu, a quien disparó posteriormente un tiro en el pecho.
El pánico hizo reaccionar en ese momento a algunos pasajeros, que aprovecharon que el secuestrador se hallaba en la parte delantera del aparato para abrir manualmente la puerta trasera, por lo que empezó una rápida evacuación a través de rampa que se desplegó automáticamente. La tripulación abrió entonces el resto de las puertas. Aprovechando esos momentos de confusión, un auxiliar de vuelo se lanzó sobre el secuestrador y consiguió reducirle, pese a que éste le disparó antes un tiro en el vientre. El auxiliar fue operado ayer en un hospital de Ginebra y su estado anoche era grave.
Cuando la policía vió que empezaban a salir pasajeros, penetró en el avión por las puertas y detuvo al secuestrador, que será juzgado en Suiza por asesinato. Algunos pasajeros» tuvieron que ser atendidos de heridas ocasionadas en el momento atropellado de la huida. El avión fue aislado para ser analizado por expertos. Los pasajeros, 64 de ellos franceses, fueron trasladados anoche hasta su destino.
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