La Audiencia de Bilbao condena a tres guardias civiles por delitos de torturas
VICTORINO R. DE AZÚA,Tres miembros de la Guardia Civil destinados en el Servicio de Información han sido condenados por la Sala Segunda de la Audiencia de Bilbao por delitos de torturas en la persona de Josu Torre Altonaga, perpetrados en febrero de 1980, según una sentencia, dada a conocer ayer. El cabo primero José Vázquez Domínguez y el guardia de segunda Lucio de Sosa, retirado, han sido condenados a cinco meses y dos días de arresto mayor e inhabilitación de seis años y un día, y el teniente José Velasco Ciudad, a seis años y un día de inhabilitación. El fallo supera la petición fiscal.
El tribunal destaca en la sentencia, como ya hizo esta misma sala en una ocasión anterior, en marzo de 1983, Ia extraordinaria benignidad de las penas previstas en el Código Penal", desproporcionadas con la extremada gravedad de las torturas y malos tratos. El propio Código Penal, añade el texto, impide al tribunal, presidido por el magistrado Juan Alberto Belloch, exponer al Gobierno las razones que le asisten para pedir la modificación de la legislación aplicable.Pese a ello, la sentencia considera obligado "abordar la especial situación psicológica en que se encontraban los procesados" por el atentado de "spaster, en el que murieron asesinados por aquellas fechas seis guardias civiles, y la celebración de los funerales en la misma comandancia "dentro de un perfectamente explicable clima de indignación y cólera ante tan repugnantes hechos". En función de estas "dramáticas circunstancias", se aprecia en la conducta de los tres condenados la atenuante de haber obrado en un "clima pasional".
Apodos ilegales
La sentencia establece entre los hechos probados que Torre Altonaga se presentó voluntariamente en el cuartelillo de Munguía al conocer- que la Guardia Civil le había ido a buscar a su domicilio como sospechoso de tener alguna relación con el atentado, y que durante los siete días de detención en la comandancia de La Salve (Bilbao) fue sometido "a intensos sufrimientos físicos y psíquicos". Entre otros, detalla bofetadas, fuertes, puñetazos en el vientre hasta que llegó a defecarse, patadas., intirnidaciones con una pistola en la sien y amenazas contra su familia.
Los liematornas, inflamaciones y dolores provocados por los malos tratos fueron certificados los días 6 y 7 de febrero por un forense en la comandancia, antes de quedar en libertad sin cargo alguno y sin que hubiera pasado siquiera a disposición judicial. Torre había sido examinado el primer día de su detención por otro forense, que no apreció rastro de lesiones.
El cabo primero José Vázquez -ascendido con posterioridad a sargento- y el guardia de segunda Lucio de Sosa, ya retirado del servicio, son considerados responsables de unas torturas por amenazas que causaron en la víctima un intenso terror, y por agresiones físicas con lesiones cuya curación no está acreditado que requiriera más de 15 días, con la atenuante de obrar por obcecación o arrebato. Ambos han sido condenados a cuatro meses y un día de arresto mayor, multa de 110.000 pesetas, inhabilitación especial de seis años y un día, y un mes y un día de arresto mayor y el mismo plazo de suspensión de funciones.
Como coautor de las agresiones el tribunal incluye a otro agente, apodado El Moro, que no ha sido posible identificar. Vázquez se hacía llamar ante Torre Altonaga como Koldo, y De Sosa era Pachi. Ambos negaron ante el tribunal el uso de apodos, y recordaron que está prohibido hacerlo en la Guardia Civil, pero su superior en el servicio de información, el teniente Velasco, también condenado, admitió en la vista que se emplean "nombres supuestos" ante los detenidos por cuestiones de seguridad.
El teniente, sobre cuya exculpación centró los mayores esfuerzos el defensor José María Castro, ha sido condenado a seis años y un día de inhabilitación por haber omitido maliciosamente el cumplimiento de su deber de impedir la conducta delictiva de unos subordinados, aunque se le aprecia la misma atenuante que a ellos. Entre lo probado figura que el detenido estuvo en dos ocasiones en presencia del teniente Velasco, y que éste tuvo que advertir su cojera y el mal estado en que se hallaba.
Los tres guardias deberán abonar solidariamente una indemnización de un millón de pesetas a la víctima.
En la vista oral, celebrada el pasado día 9, el ministerio fiscal solicitó dos meses de arresto y dos años de suspensión para cada uno de los comparecientes, 3, una indemnización de 100.000 pesetas. La acusación particular, representada por el letrado José Esteban, pidió entonces cinco años y dos meses de prisión y 10 años de inhabilitación para cada procesado, así como una indemnización de cinco millones. La defensa y el abogado del Estado solicitaron la libre absolución.
El teniente Velasco, de 35 años de edad, ya había sido condenado el 30 de marzo de 1984 por torturas a unos pescadores de Gerona en sentencia confirmada por el Tribunal Supremo y parcialmente por el Constitucional. El guardia retirado De Sosa, de 57 años, es uno de los agentes acusados por Tomás Linaza de haberle infligido torturas durante su detención en la comandancia de La Salve.
La defensa anunció un recurso de casación contra el fallo, que estima "no ajustado a derecho". El letrado Castro destacó, entre otros temas, que Velasco ha sido condenado por un delito del que no había sido acusado, y que el reconocimiento de los otros dos guardias se había realizado en circunstancias lesivas para sus derechos. Manifestó también que considera contradictoria la condena a cuatro meses de arresto por unas amenazas que no pueden probarse más que con la palabra del denunciante contra la de los procesados, cuando por lesiones se impone sólo un mes.
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