La dirección de Doñana se opone a los proyectos turísticos para la zona previstos por la Junta de Andalucía
La dirección del parque nacional de Doñana ha presentado ante la dirección general de Obras Públicas y Urbanismo de la Junta de Andalucía un documento en el que recoge tres alegaciones al Plan Director Territorial de Coordinación de Doñana (PDTC) relativas a la comunicación terrestre entre Huelva y Cádiz, a la concentración de proyectos turísticos en Matalascañas y al Plan Almonte-Marismas. El presidente del Patronato de Doñana es Alfonso Guerra.El director conservador del parque de Doñana, Jesús Casas, antiguo responsable de las Tablas de Daimiel, de Ciudad Real, pone de manifiesto en las alegaciones la falta de garantía que el plan ofrece al acuífero de Doñana tras la ejecución del Plan Almonte-Maris-mas, que prevé la puesta en regadío de más de 9.000 hectáreas de tierra.
A pesar de que el PDTC intenta proteger el parque de Doñana racionalizando el desarrollo socioeconómico de 25.000 hectáreas periféricas, Jesús Casas considera excepcionalmente peligrosa la concentración de proyectos turísticos en Matalascañas, la zona más próxima al parque, cuando existe una franja costera en dirección a la localidad de Mazagón que aún está por explotar.
El director conservador de Doñana califica como prioritaria, en la última de las alegaciones, la construcción del enlace terrestre Huelva-Cádiz por el trazado norte, lo que impediría el paso de vehículos todo terreno por la zona de playa incluida en el área de influencia del parque y que une de forma natural Huelva y Cádiz. El PDTC contempla la construcción del citado enlace para 1996. El parque nacional de Doñana cuenta con 50.000 hectáreas de superficie y su zona húmeda está clasificada por su importancia excepcional entre las existentes en Europa occidental y norte de África.
Desde el pasado día 20 de junio, cerca de 2.500 patos, en su mayoría crías de la última puesta, han muerto a consecuencia de diarreas estivales provocadas por la progresiva desecación de las lagunas y la consecuente corrupción de sus aguas.
Los análisis practicados tanto a aves muertas como a vivas en un laboratorio bactereológico no han detectado la existencia de pesticidas y sí de bacterias intestinales, que han derivado en salmonelosis que ha atacado a las crías más débiles.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.