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La familia del niño secuestrado en Alicante tiene listo el dinero del rescate

Cuando han transcurrido ya más de 48 horas del suceso, no se ha producido ninguna novedad en relación con el secuestro del niño de 11 años Rubén Zaragoza Manzanares, hijo del propietario de la discoteca Támesis de la localidad alicantina de Redován. La discoteca es la de mayor afluencia de la comarca de la Vega Baja del Segura. El suceso ha causado profunda conmoción en toda la comarca.Pese a que la familia ha venido negando hasta el momento tales extremos, este periódico ha podido confirmar que los secuestradores solicitaron por teléfono tres horas después del suceso que los familiares tuvieran preparados 20 millones de pesetas en billetes usados para proceder al pago del rescate del niño y que recibirían instrucciones sobre la forma de hacer entrega del dinero antes de hoy sábado.

Al parecer, los familiares del niño secuestrado tienen la suma preparada desde el pasado jueves, pese a que no han proporcionado información alguna sobre este extremo.

Hasta el momento la familia afirma no haber recibido comunicación alguna y se mantiene en una espera angustiosa que se acentúa a medida que pasan las horas.

En la fachada de la vivienda, y sobre la persiana que protege la puerta cerrada a cal y canto hay un cartel con la inscripción: "Se ruega no llamar. Por favor. Gracias". Tanto la Guardia Civil como el Gobierno Civil de Alicante guardan el más absoluto hermetismo en relación con el caso, ya que al parecer ésta fue una de las condiciones impuesta por los secuestradores en su llamada telefónica la misma noche del hecho.

Asalto al domicilio

El secuestro del niño Rubén Zaragoza, que tiene otros tres hermanos, lo realizaron dos individuos sobre las siete de la tarde del pasado miércoles a cara descubierta. El niño se encontraba en su domicilio en compañía en un hermano y de la criada que fue amenazada por uno de los individuos, quien le dijo iba a llevarse a uno de los dos pequeños.

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El sujeto, de 1,70 metros d estatura, tez muy morena y con acento extranjero, aunque se cree que pudo ser fingido, cogió seguidamente a Rubén y se lo llevó hasta un turismo que permanecía en el exterior con las matrículas tapadas con unos trapos; allí aguardaba otro individuo y rápidamente los dos se dieron a la fuga. La asistenta sufrió un fuerte choque nervioso y precisé posteriormente por ello de asistencia médica.

El padre de Rubén, José Zaragoza Ballester, se encontraba de viaje en Barcelona y regresó la misma noche del día en que ocurrieron estos hechos. La casa está ubicada en la calle de María Cristina de Redován, muy cerca de la discoteca Támesis.

La vivienda ocupa una planta baja y en la parte posterior hay una puerta trasera que comunica con un solar de grandes dimensiones en el centro del cual se encuentra la discoteca. Por esta puerta penetró el secuestrador.

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