Cárceles

El pasado día 4 de julio EL PAÍS publicó un editorial titulado Alerta en las cárceles, que aprovechata los graves sucesos ocurridos en la prisión de Badajoz para poner en evidencia gran parte de la problemática penitenciaria del momento actual. Como representante de UGT de Prisiones, he de hacer las siguientes puntualizaciones:

1. El problema del hacinamiento es algo que los funcionarios venimos denunciando desde hace mucho tiempo, y no únicamente cuando surgen hechos de extrema gravedad.

2. Que las únicas "fuertes resistencias" que oponen la "práctica generalidad de los funcionarios" a la que en dicho artículo se califica como de "política fluctuante" son aquellas medidas que, entendemos, suponen un claro retroceso en el espíritu progresista de dicha ley, como son, por ejemplo, las de acumular más de uno, dos, tres y más internos por celda o sobrepasar la capacidad de los centros en más del doble en muchos casos.

3. Que afirmar que los funcionarios de prisiones valoramos como un ataque a nuestros intereses la nueva política de respeto a la dignidad de los reclusos es, cuando menos, una valoración simplista y, sencillamente, falsa. Tal afirmación denota una falta total de conocimiento del medio sobre el que se escribe.

4. Que la seguridad dentro de las prisiones resulta una utopía si se tiene en cuenta que en algunos centros hay un funcionario por cada 150 internos. Ello supondría que si se aplicara el reglamento al pie de la letra se colapsaría un buen número de centros, y con seguridad los de mayor capacidad.

5. Que UGT de Prisiones ha apoyado siempre la aplicación en toda su amplitud de la ley orgánica general Penitenciaria y, fundamentalmente, la declaración de principios que supone su artículo primero.-

Secretario general de UGT-Prisiones. .