La presidencia danesa de la CE, decidida a aplicar el Acta Unica
Dinamarca expresó ayer ante el Parlamento Europeo su determinación de aplicar las nuevas reglas contenidas en el Acta única durante el semestre en que ocupará la presidencia del Consejo de la CE.Uffe Elleman-Jensen, ministro de Exteriores danés y presidente en ejercicio del Consejo comunitario hasta finales de año, se declaró dispuesto a aplicar la regla de la mayoría cualificada, en vez de la regla de unanimidad, en las decisiones relativas a la consecución del mercado interior.
El Acta única entró en vigor el pasado 1 de julio, en coincidencia con el relevo de Bélgica por Dinamarca en la presidencia del Consejo, por lo que corresponde al Gobierno danés aplicar los nuevos sistemas institucionales previstos en este proyecto de reforma de la Comunidad.
En su discurso ante el Parlamento, Elleman-Jensen expuso, a grandes rasgos, los objetivos que se ha propuesto alcanzar su país durante el semestre que presidirá el Consejo.
Los principales grupos parlamentarios de la Cámara no parecieron conformes con el carácter general de sus afirmaciones y expresaron sus dudas sobre los progresos que pueda experimentar la integración europea bajo la presidencia danesa.
La reina Margarita
Antes de la intervención del ministro de Exteriores, la reina Margarita de Dinamarca pronunció un discurso en el que señaló que "las negociaciones y el debate público en tomo al Acta única han sacado a relucir que existe, en Europa, un amplio abanico de concepciones en cuanto al alcance y la vitalidad de la cooperación europea". "Algunos Estados miembros, generalmente los más antiguos, desean que se acelere el proceso, mientras que otros, los más recientes, se muestran más circunspectos", agregó la soberana.
Elleman-Jensen solicitó al Parlamento Europeo que coopere más estrechamente con el Consejo y pidió a los diputados que no bloqueasen el presupuesto rectificativo para 1987, solicitud que apoyó la Cámara en su votación.
El jefe de la diplomacia danesa se refirió a "la importante cuestión de la cohesión económica y social", y señaló que se trata de "un elemento esencial de la cooperación comunitaria para que la Comunidad alcance un desarrollo armónico". También insistió en la necesidad de "lograr una mayor solidaridad dentro de la Comunidad, de la misma forma que el bienestar social de la Europa occidental está basado en esa idea de solidaridad".
