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EE UU estudia la construcción de una zanja anticarros con tuberías explosivas de Dinamarca a Suiza

La explosión accidental que el pasado 28 de junio ocasionó la muerte a tres soldados en la base militar norteamericana de Hohenfels, en Baviera Oriental, se produjo durante las pruebas de un nuevo y revolucionario explosivo líquido. El diario alemán Express informó ayer que estas pruebas secretas, las primeras del nuevo explosivo fuera de EE UU, están sometidas al máximo secreto y te fueron ocultadas incluso al Gobierno de Bonn. Este explosivo podría ser aplicado en los nuevos planes del Pentágono para un sistema de tuberías subterráneas capaz de crear con su detonación una gran zanja a lo largo de todo el Frente Central de la OTAN, de Dinamarca a Suiza, para frenar un hipotético ataque de carros de combate del Pacto de Varsovia.

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La explosión del pasado día 28 se produjo en la base de Hohenfels, cerca de la frontera de la República Federal de Alemania (RFA) con Checoslovaquia y la República Democrática Alemana (RDA), donde el Ejército norteamericano tiene concentrada gran parte de su presencia militar en Alemania Occidental.Tras un bloqueo informativo de varias horas que hizo especular con la posibilidad de que se tratara de un atentado terrorista, un portavoz del Ejército norteamericano llegó a afirmar que el accidente se había producido cuando un grupo de soldados procedía a "unas demoliciones rutinarias con dinamita". Añadió que se abriría una investigación para determinar las causas y aseguró que los soldados que realizaban la operación eran expertos en este campo.

No obstante, ante insistentes requerimientos de información por parte del Gobierno alemán, el mando norteamericano en la RFA comunicó por cauces de máxima confidencialidad al Ejecutivo en Bonn que el accidente se había debido a una infravaloración de la potencia del explosivo líquido de nuevo tipo, por lo que las medidas de seguridad habían sido insuficientes.

Este nuevo explosivo ha sido desarrollado en Estados Unidos y podría ser aplicado en nuevos planes del Pentágono para establecer un sistema de tuberías subterráneas anticarro capaz de crear con su detonación una gran zanja a lo largo de toda la frontera oriental de la RFA, desde Dinamarca a Suiza, para frenar un hipotético ataque de carros de corribate del Pacto de Varsovia. Según el informante del diario Express, "su poder explosivo supera con creces todo lo que conocemos hasta ahora" en materia no nuclear.

Pocos días después del accidente, el diario de las Fuerzas Armadas norteamericanas en Europa, Stars and Stripes, informó el pasado 1 de julio, de la presentación de un nuevo plan del Departamento de Defensa norteamericano para establecer sistemas anticarro a lo largo de la frontera de la RFA con los dos países vecinos, miembros del Pacto de Varsovia.

A instancias de un senador norteamericano, el demócrata Carl Levin, de Michigan, el Pentágono ha presentado al Comité de Defensa del Senado un informe en el que se señalaba que "los sentimientos de la población" hacen imposible establecer fortificaciones y barreras permanentes de defensas antitanque en la frontera oriental de la República Federal de Alemania.

La reunificación

Construir una barrera fortificada a lo largo de la frontera interalemana sería políticamente inaceptable para la RFA, ya que constituiría un símbolo occidental en contra de la reunificación. Además, irritaría a la población de las regiones fronterizas y obligaría a la creación de mayor número de zonas de estricto carácter militar, según adujo ya el pasado año el general Bernard Rogers, hasta hace días comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, en un informe a este mismo comité del Senado.

Con el posible acuerdo de Washington y Moscú para la eliminación de los misiles de medio alcance ha cobrado fuerza entre políticos y expertos occidentales la intención de reforzar y reestructurar la defensa convencional ante la superioridad soviética en este campo, y especialmente en lo que a las fuerzas de carros de combate se refiere. El nuevo explosivo, como parte de un sistema defensivo anticarro, podría desempeñar aquí un destacado papel.

Existen ya planes que garantizan más de 10.000 obstáculos para entorpecer el avance de una hipotética invasión de tanques soviéticos, en los que el pacto de Varsovia goza de una amplia superioridad. Los nuevos planes del Pentágono en los que se inscribirían las pruebas en Hohenfels incluyen la creación a lo largo de la frontera oriental de la RFA del citado sistema de tuberías, cada una de ellas de algo menos de 300 metros de largo enterradas a poco más de dos metros bajo la superficie terrestre.

Como un cable telefónico

Su instalación no sería más difícil que la de un simple cable telefónico. Las tuberías serían fácilmente rellenadas con el explosivo líquido en caso de tensión por medio de camiones cisterna y activadas por control remoto. Su detonación no sólo podría causar graves daños a la primera línea de ataque oriental, sino que abriría grandes zanjas para impedir el paso, de las siguientes olas del ataque, según un colaborador de Levin.

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