Violencia por una alcaldía
Los concejales que desplazaron a Morano al frente del Ayuntamiento de León cuentan con protección policial ante las continuas amenazas y agresiones
El pacto entre los concejales del PSOE, de AP y del CDS de León para situar al frente de la alcaldía al aliancista José Luis Díaz Villarig y derrocar así a uno de los líderes mesiánicos del leonesismo, Juan Morano, alcalde durante los últimos ocho años, ha provocado en la ciudad un clima de violencia con amenazas, insultos y agresiones, iniciado el mismo día de la elección, el pasado 30 de junio. Desde entonces, los principales miembros de la corporación se encuentran bajo protección policial y ninguno de los concejales electos disimula su preocupación ante el cariz de los acontecimientos. La airada protesta de seguidores de Morano el día de la elección marca la pauta de lo que ya se dice va a ser una dura legislatura.
Las amenazas telefónicas se repiten ininterrumpidamente, así como las que simplemente man tienen el teléfono incomunicado durante toda la noche. Las dos hijas del nuevo alcalde, Mari Carmen, de 10 años, y Marta, de 5, han sido trasladadas al domicilio de unos familiares de Salamanca. Tambien las sedes de los tres partidos, autores del pacto municipal, cuentan con una discreta pero permanente vigilancia por parte de las fuerzas de la Policía Municipal.Mientras el gobernador civil de la provincia, Antonio Hernánez, ha iniciado una investigación para tratar de identificar a las personas que participaron en la revuelta del pasado día 30, Díaz Villarig ha formulado una querella criminal contra Rufino Carbajo González uno de los presuntos agresores que le propinó una patada y que fue identificado or la foto publicada por EL PAÍS. Dentro de este clima de violencia destaca el conato de incendio provocado a altas hora de la madrugada en el domicilio de Miguel Pérez Villar, concejal número dos de AP, y que tuvo que ser sofocado por los hijos y la esposa del concejal. Una lata con gasolina ardiendo fue colocada en la puerta del garaje de la casa tras rociar con combustible la entrada. La alarma contra incendios evitó la catástrofe, ya que en el interior del garaje, a pocos metros de las habitaciones de los niños, se encontraban tres vehículos y dos motocicletas con los depósitos cargados de gasolina.
El populismo leonés
Morano ha sido en los últimos ocho años un líder carismático que ha protagonizado constantes enfrentamientos con el Ejecutivo regional, entonces mayoría del PSOE; el caudillo del leonesismo, extremo que choca con su lugar de nacimiento: Madrid. Su discurso político, cargado de populismo, insiste en que es necesaria la separación de León de la comunidad autónoma castellano-leonesa en aras de una incierta prosperidad. El lema Solos podemos fue el caballo de batalla de su última campaña electoral al frente de la Agrupación de Electores Independientes. Le dieron el voto 26.108 leoneses; 20.553 prefirieron confiar en el PSOE; 10.210, en AP, y 5.466, en el CDS. Domina hasta alcanzar elevadas dosis de ingenio la infraestructura propagandística que moviliza al personal. A ninguna mujer le faltó en León una de las miles de plantas que repartió un funcionario municipal, puerta por puerta, días antes del 10-J. Tampoco escatima besos o abrazos a quien los requiere."El pacto entre el PSOE, AP y CDS ha sido un contubernio, algo insólito, algo que ha roto las reglas más elementales de la democracia, una burla al electorado de León y, en definitiva, una afrenta al pueblo de León", dice Morano sin dejar a un lado la convicción de que pronto entrará por la puerta grande de la que fuera hasta hace pocos días su segunda casa. "Lo mío no es una pataleta, me siento profundamente ofendido porque se ha ofendido a mi pueblo, y el pueblo de León está indignado, pacíficamente indignado, y hay manifestaciones espontáneas de ello", dice Morano.
La derecha se ha dividido, sobre todo ciertos empresarios de algunos sectores económicos que han prosperado al calor del ex alcalde. Hay cierto clima de malestar en la Federación de Empresarios Leoneses. Algunos de los líderes de AP en León empezaron su ascenso económico y político de la mano de Morano cuando éste militaba en el partido conservador. Es el caso del presidente en León de AP, Mario Amilivia, durante varios años brazo derecho de Morano en el Ayuntamiento y secretario de la Asociación de Empresarios de Minas de la provincia con su beneplácito. Miguel Pérez Villar, concejal número dos de AP, que según algunos compañeros de partido "va a ser quien corte el bacalao en el Ayuntamiento", fue asesor técnico de la patronal minera siguiendo la misma trayectoria, y en la actualidad es consejero del Diario de León, uno de los dos periódicos de la provincia. La ira de los fieles de Morano se descarga con especial virulencia contra él. Pérez Villar, dos días antes del 30 de junio, en una conversación privada, ofreció su apoyo a la lista más votada, según Morano.
De rebote, la indignación de los seguidores del ex alcalde alcanza también a José Luis Díaz Villarig, de 38 años, el nuevo alcalde de la ciudad y secretario general del Sindicato Médico Leonés (Simele). Valenciano de nacimiento, ha vivido 28 años en Salamanca y los últimos 10 en León. Villarig es médico otorrinolaringólogo y trabaja en el hospital Virgen Blanca de León. Cambios de última hora en la composición final de las listas autonómicas le arrebataron el puesto de procurador regional y le embarcaron en la aventura de la alcaldía. Villarig es un político prácticamente desconocido en León, al menos hasta el inicio de la pasada campaña electoral, donde de forma insistente lanzó promesas de diálogo con el Gobierno regional.
Documentos desaparecidos
El nuevo equipo de gobierno municipal, como primer paso, encargará una auditoría, si bien algunos documentos podrían haber desaparecido del Ayuntamiento en la madrugada del día 1 de julio, pocas horas después de la ceremonia de investidura de Díaz Villarig, según sus propias palabras, basadas en testimonios de funcionarios municipales. "El estado de crispación que se vive hoy en León está alentado por Morano. Nos está diciendo que en la calle no pasa nada y estamos recibiendo continuas amenazas de muerte. Sinceramente, estamos preocupados y hay que controlar la situación ahora. En ETA también eran diez...".El PSOE provincial ha acusado en un comunicado a Morano y a su grupo de concejales de atentar, organizar y financiar un movimiento fascista en León". A pesar de todo ello, el denominado sector crítico del Partido Socialista de León afirma que el pacto tripartito que derrocó a Morano al frente del ayuntamiento es "un fraude al electorado".
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