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TRAGEDIA EN GALICIA

38 pensionistas fallecen en Orense tras salirse de la carretera el autocar en el que viajaban

Una avería en el embrague fue, según la primera apreciación de los técnicos, el fallo mecánico que provocó el trágico accidente de un autobús de pasajeros, a las 13.30 de ayer, en la localidad orensana de Albarellos, en el que 38 personas, vecinas de varios pueblos de Huesca, perdieron la vida y otras siete resultaron gravemente heridas. El siniestro se produjo en el kilómetro 275 de la carretera nacional de Santiago a Zamora, cuando el conductor del autocar con matrícula de Zaragoza Z-8565-G, con 45 personas a bordo, perdió el control en la zona conocida como As Estivadas, un tramo de carretera que presenta una pendiente superior al 7,5%, y se salió de la calzada, volando por un desnivel para estrellarse finalmente 150 metros más abajo.

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Uno de los heridos asegura que el vehículo tenía muchos problemas

El vehículo accidentado era uno de los dos autobuses fletados para realizar una excursión de pensionistas de varios pueblos de Huesca, organizada por una residencia de la tercera edad de Sabiñena, en la comarca oscense de Los Monegros. Los pensionistas habían realizado una visita a Galicia y Portugal, y ayer regresaban a su lugar de origen.Instantes después de ocurrido el accidente, prácticamente todas las ambulancias de la comarca de Verín se movilizaron, puesto que, dado el lugar y las circunstancias del siniestro, se temía una catástrofe. En los primeros momentos de confusión se dieron cifras muy contradictorias sobre el número de viajeros y el de víctimas. Cuatro horas después del percance, las autoridades precisaron que en el autocar viajaban 45 personas, de las que 38 murieron en el acto -entre ellas el conductor y una guía-, y siete sufren heridas en algún caso de extrema gravedad.

Rescate e identificación

El rescate y la identificación de las víctimas resultaron muy laboriosos, ya que el autobús quedó prácticamente reducido a un amasijo de hierros y cristal, entre el que estaban atrapados numerosos cuerpos. Todos los miembros de la Guardia Civil de la comarca, con amplio despliegue de medios materiales, incluido un helicóptero, la Cruz Roja y Protección Civil se movilizaron para recuperar los cuerpos de las víctimas, 30 de los cuales aparecieron desperdigados por la zona en la que cayó el vehículo. Los demás fallecidos quedaron bajo los restos del autobús y su rescate fue más problemático.

La zona de As Estivadas, cerca de Verín, a unos 65 kilómetros de Orense, es un peligroso tramo de la carretera Vigo-Madrid, con fuerte desnivel y numerosas curvas. Se trata de una bajada de unos cuatro kilómetros que en los tramos más complicados, dispone de pistas de arena para frenados de emergencia.

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Según la Dirección General de Tráfico, el accidente se produjo cuando el conductor del autobús, Jesús Castelar Lahoz, de 40 años de edad, intentó reducir la velocidad y le saltó el mango del embrague, desprendiéndose la barra de la transmisión.

El autobús, descontrolado, circuló en zigzag en durante más de 600 metros, pero no pudo utilizar las pistas de frenado y terminó saliéndose de frente, en una de las curvas más pronunciadas. El coche voló por el aire unos 150 metros, por encima de unos árboles situados bajo el nivel de la carretera. Un equipo de la Dirección General de Tráfico y de la escuela de Ingenieros Industriales de Madrid se trasladó ayer al lugar del suceso para determinar las causas concretas del mismo.

Todas las emisoras de radio de la provincia difundieron mensajes urgentes solicitando donantes de sangre de todos los tipos. El médico de urgencia de la residencia sanitaria dijo que la respuesta fue tan positiva que en pocos minutos el banco de sangre estaba completamente saturado. Todo el personal de la residencia de la Seguridad Social y del Hospital Provincial permaneció en los centros hospitalarios ante la posibilidad de que se produjera una avalancha de heridos.

También hubo medidas de alerta en otros hospitales. Al final sólo siete personas ingresaron con vida en la residencia Nuestra Señora del Cristal. Se trata de José Clavería Luesma, 51 años, Aurelio Avión Uson, 61 años, Cecilio Lanao Jiménez, 68 años, Pedro Latre Sauque, de 63 años, Antonio Olana Samper, 65 años, René Noguera Noguero, 50 años. Todos ellos de pronóstico grave. También resultó herida una mujer que no ha sido identificada y se encuentra muy grave en el mencionado hospital.

El kilómetro 275 de la carretera Santiago-Zamora, es uno de los puntos negros de esa vía y uno de los que por su trazado hace difícil que los vehículos mantengan el límite de velocidad establecido.

La Guardia Civil de Tráfico vigila frecuentemente esta zona de la carretera y controla la velocidad por radar, a pesar de lo cual los accidentes han sido numerosos y casi siempre con víctimas mortales.

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