El nuevo Parlamento italiano quedará constituido hoy
La décima legislatura de la República italiana, con la investidura de los 620 diputados elegidos en los comicios del pasado mes, se inaugura hoy por la tarde en medio de un clima de gran expectación. Nunca hasta ahora un acto semejante había despertado tanta curiosidad, por el hecho de que va a acudir al sancta sanctorum de la política una actriz porno: Cicciolina. Tanto es así que en esta ocasión el famoso y bello Palazzo di Montecitorio, sede de la Cámara de Diputados, está siendo escrutado hasta en sus ángulos más íntimos.
Cicciolina realizó ayer una primera y discreta aparición en el Parlamento, que contrarió las predicciones de que iría semidesnuda al lugar. Pero gracias a Cicciolina el hombre de la calle está sabiendo muchas cosas de la historia parlamentaria. Por ejemplo, que el sueldo de un diputado es de 700.000 pesetas mensuales, amén de un rosario de privilegios, como son los viajes gratis para ellos y su familia, al igual que los gastos de teléfono y de sellos, así como un secretario personal con una asignación de 300.000 pesetas mensuales.
Desnudos en Montecitorio
Pero lo que más se ha puesto de relieve es que Montecitorio tiene una larga historia de batallas en las elecciones papales primero y en historias de traiciones y de escándalos de todo tipo más tarde. Y sobre todo que en aquel palacio ya hay muchas mujeres desnudas. En arte, naturalmente. En las tribunas del público y de la Prensa está el famoso fresco de Arístide Sartorio una bellísima joven como recién salida del paraíso antes del pecado original. Delante de la presidencia, pero de espaldas a los diputados, se puede admirar toda una marcha de adolescentes desnudas que corren cogidas de la mano y que representan a 100 ciudades de Italia.Los cámaras de televisión se preparan a recoger estas imágenes cuando entre en el hemiciclo esta tarde la célebre Cicciolina, la nueva diputada porno, por la que se ha interesado hasta el mismo Umberto Eco con un largo y sabrosísimo artículo. El semiólogo ha escrito que si Cicciolina puede ser considerada como transgresora del sexto mandamiento, de otros diputados se sabe que quebrantan habitualmente también más de uno de los mandamientos, como el de no robar o el de no desear ni adueñarse de la mujer del prójimo. El gran escritor siciliano Leonardo Sciascia ha afirmado hace unos días que para él es peor que haya diputados ladrones que actrices pornográficas.
Pero no sólo Eco o Sciascia se han interesado en lo que pueda pasar a partir de ahora con Cicciolina en el gran santuario de la República italiana. También lo ha hecho Gianni Agnelli, presidente de la Fiat, quien no desdeñó el martes en Turín, durante la única conferencia de prensa que celebra anualmente al término de la asamblea de accionistas de la compañía Fiat, abordar el tema de la legisladora porno, afirmando que le gustaría que "la señora" se comportara a partir de ahora como los demás diputados italianos para dar así una "buena lección" a quienes, votándola, intentaron instrumentalizarla sin ningún pudor ni respeto hacia su identidad.
Mientras tanto, también esta tarde a la misma hora se inaugurará la nueva sesión legislativa del Senado, con una novedad muy agradable para los italianos. El encargado de abrir y presidir la sesión hasta que no se elija al nuevo presidente será el anciano e inolvidable ex jefe de Estado Sandro Pertini.
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