Pérez Casado fue reelegido alcalde con los votos socialistas

El candidato socialista a la alcaldía de Valencia y alcalde saliente, Ricard Pérez Casado, fue reelegido ayer con los únicos votos de los concejales del PSOE, 13 sobre un total de 33 que componen la corporación. Todos los grupos votaron a su propio candidato, excepto la coalición Izquierda Unida-Unitat del Poble Valencià, que se abstuvo. El candidato del Centro Democrático y Social, Manuel del Hierro, tuvo una ambigua intervención, pero recalcó: "Han pasado los tiempos de la mayoría absoluta". Los ediles de Unión Valenciana pusieron la nota pintoresca en el pleno al jurar y prometer simultáneamente sus cargos.

El pleno extraordinario de constitución de la nueva corporación municipal de Valencia estuvo marcado ayer por la tensión de la inseguridad con que comienza esta vez el mandato la mayoría minoritaria socialista, con Ricard Pérez Casado al frente, alcalde por tercera vez. El. alcalde electo, consciente de ello, previno explícitamente de la "tentación del desgobierno", aludiendo a una posible moción de censura por parte de las tres fuerzas del centro-derecha (Alianza Popular, Unión Valenciana y Centro Democrático y Social) y dijo que el pueblo valenciano está a favor de los pactos.Pérez Casado, que habló en castellano, mientras que al ser elegido en 1983 lo hizo en lengua autóctona, insistió en la necesidad de acudir a "la vía del diálogo", ya que "a nadie escapa la complejidad de este consistorio".

El portavoz socialista, Fernando Puente, fue muy explícito al decir: "0jalá la gestión no resulte truncada por una crisis artificialmente provocada". "La Valencia del futuro", añadió, "será el producto de la concertación o no será".

El 'pacto del consuelo'

Si la sombra de la moción de censura estuvo planeando durante el desarrollo de toda la sesión, el candidato de AP, Martín Quirés fue el que pareció menos proclive a ello de entre los tres grupos que podrían lograrlo. "Si ahora no se ha hecho el pacto del consuelo, no vamos a derribar después a un alcalde por el simple hecho de derribarlo". Quirós atribuyó al protagonismo de UV y el CDS el fracaso de las negociaciones para lograr una mayoría de centro-derecha.

El candidato de AP intervino a continuación del centrista y, tras pedir que alguien le explicara una conclusión de la ideología del CDS, dijo que las palabras de Del Hierro habían sido "la concreción de siete días de negociaciones ambiguas".

Del Hierro se había limitado a cantar las excelencias del centro como propiciador del diálogo. Precisó que "de momento" -estas palabras sonaron como una amenaza- la actitud de los concejales del CDS al permitir ser elegido al alcalde socialista en minoría era "la más aceptable para el Ayuntamiento y la democracia", y subrayó: "Posiblemente han pasado ya los tiempos de la mayoría absoluta", también con tono de presagio.

Vicente González Lizondo, candidato de Unión Valenciana, dijo que su partido es "la necesidad que tiene el pueblo valenciano de seguirlo siendo" y la candidata de IU-UPV, Carmen Arjona, se lamentó de que no se hubiese dado voz en el pleno a la Federación de Asociaciones de Vecinos.