Ricos y pobres, en la 'cumbre' europea.

El presidente del Gobierno, Felipe González, destacó ayer en la primera de las dos jornadas de la cumbre europea de Bruselas que España impulsa la actividad económica del Viejo Continente a través del fuerte aumento de sus importaciones desde que ingresó en la CE. "Este papel de locomotora", advirtió, "se ampliaría sin límites" con la creación de un mercado único en la CE. El jefe del Ejecutivo español -que aparece en la fotografia, a la izquierda, junto a sus homólogos holandés, Rud Lubbers; británica, Margaret Thatcher; el presidente francés, FranQois Mitterrand, y el rey Balduino de Bélgica- denunció los fuertes desequilibrios entre ricos y pobres del club de los doce y la necesidad de corregir estas diferencias. Los esfuerzos de la presidencia belga de la cumbre para evitar aplazar la solución de los problemas urgentes planteados a la CE no permitieron ayer un acercamiento de las posturas de los doce. La cuestión del aeropuerto de Gibraltar y su relación con la liberalización de los transportes aéreos en la CE no fue objeto de debate en la cumbre, sino de reuniones paralelas, que proseguirán hoy, sin perspectiva de acuerdo, en Luxemburgo.

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