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100.000 personas celebran, en Niza el 25º aniversario del regreso de los 'pied-noirs'

Lluís Bassets

El 25º aniversario de la repatriación de cerca de un millón de franceses de Argelia, más conocidos como pied-noirs, reunió el pasado fin de semana a más de 100.000 personas en Niza, donde el sábado se inauguró una exposición sobre los 138 años de presencia francesa en el norte de África y ayer se celebró una misa del recuerdo.El general Jouhaud -uno de los cuatro militares golpistas que se levantaron contra Charles de Gaulle-, el diputado del ultraderechista Frente Nacional y ex jefe de la OAS (Organización del Ejército -Secreto, partidaria de la continua.ción de la presencia francesa en Argelia) Pierre Sergent, y el último gobernador y disidente de la política gaullista Jacques Soustelle, pronunciaron algunas palabras y fueron aclamados por los concentrados.

El general Jouhaud afirmó que "aunque el tiempo atenúa el dolor y apacigua la cólera, no puede borrar los acontecimientos ni la responsabilidad de los que permitieron que Francia se fuera de Argelia".

La añoranza de la colonia abandonada y el recuerdo de las responsabilidades han sido dos constantes en la mayoría de las manifestaciones de la conmemoración pied-noir en Niza. La concentración ha movilizado durante dos días a buena parte de la clase política, que corteja los votos de los antiguos franceses de ultramar.

El pasado jueves fue aprobada precisamente la última ley de indemnización para los repatriados y de amnistía para los golpistas, en un intento de cerrar definitivamente las viejas heridas.

El primer ministro, el conservador Jacques Chirac, asistió ayer a la misa al aire libre, acompañado de dos ministros nacidos en las antiguas colonias africanas. El sábado, otros dos ministros habían acudido a la inauguración de la exposición y compartieron la tribuna con los golpistas amnistiados.

El ex primer ministro Raymond Barre, que ha votado varias veces,contra las sucesivas leyes de amnistía para los golpistas de Argelia, tuvo que abandonar la misa del recuerdo ante los abucheos y las increpacíones de los asistentes.

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La misa fue celebrada por un obispo y varios sacerdotes pied-noirs, presidida por una enorme cruz blanca y por las imágenes de Nuestra Señora de África, la Vírgen de la Santa Cruz, cuya veneración introdujeron los españoles, y san Agustín, patronos, respectivamente, de Argel, Orán y Bóne.

El cantante pied-noir Enrico Macías expresó su disconformidad con la celebración de la misa católica, como acto oficial, y la ausencia de servicios religiosos musulmanes y judíos.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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