lngresan en prisión los presuntos autores de mi fraude de cientos de millones en ventas por correo
José María Boqueras Grifol, de 51 años; Antonio Graus Queralt, de 42, y Vizenzzo Garozzoomanca, de 46, han ingresado en prisión por orden de Francisco Castro, juez central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, como presuntos autores de un fraude de artículos por correo que alcanza una cifra superior a varios centenares de uniformes de pesetas. La presunta estafa, que ha afectado a numerosos usuarios, generalmente en pequeñas cuantías, se basaba en la promesa de envío por correo de productos ficticios una vez abonado parte de su importe. Fuentes jurídicas solventes han manifestado que, además de los citados, existen más implicados en el caso, aunque la intervención de alguno de ellos es difícil de probar.
El fraude que ha motivado el ingreso en prisión de Boqueras Grifol, Graus Queralt y Garozzoomanca consistía en la venta por parte de una empresa ficticia, Almacenes Canarios, de diversos objetos y artículos por correo, para cuya adquisición los clientes enviaban una parte del importe por adelantado, aunque la mercancía prometida no se recibía nunca.La presunta estafa fue descubierta en mayo de 1985, a raíz de un importante número de quejas de varios perjudicados que se recibieron en la Oficina Municipal del Consumidor, que decidió trasladar las denuncias a la policía. Sin embargo, en un principio no se contaba más que con la descripción física de algunos de los implicados. Después de múltiples gestiones, cuatro de los presuntos autores fueron detenidos el pasado fin de semana, y tres de ellos han ingresado en prisión, mientras un cuarto, del que no ha sido facilitada su identidad, ha sido puesto en libertad.
Blanquear dinero
El procedimiento empleado para blanquear el dinero obtenido por el sistema anteriormente mencionado seguía la siguiente trayectoria: la primera parte consistía en ingresar la recaudación del día en cuentas corrientes abiertas en entidades bancarias con nombre supuesto.Después, en un segundo proceso, el dinero era transferido a otras cuentas abiertas por el mismo procedimiento, en varias ocasiones, hasta que los autores consideraban que no había peligro.
Numerosos implicados
Fuentes jurídicas solventes manifestaron que en el presunto fraude, hay más implicados, pero alguno se encuentra ya fuera de España y de otros es difícil probar su intervención en la citada operación de venta ficticia por correo.Según estas fuentes, los individuos que presumiblemente dirigían la operación niegan su participación en los hechos. No obstante, los denominados comparsas han reconocido su intervención en la operación y han acusado a sus jefes y superiores. Las mismas fuentes consideran que los perjudicados han sido numerosísimos, repartidos por toda España, pero que al haber sido estafados en cuantías pequeñas, en muchos casos alrededor de 3.000 pesetas, no han ejercitado acciones, salvo las denuncias a la Oficina Municipal del. Consumidor. En este sentido, las denuncias efectuadas hasta ahora serían tan sólo la punta visible de un presunto fraude que por sus peculiares características de dispersión y anonimato habría quedado momentáneamente en la impunidad.
Almacenes Canarios, con oficinas abiertas en Madrid y Las Palmas, captaba sus clientes a través de una revista de anuncios denominada Don Anuncio. Los pedidos se dirigían a un apartado de Correos, de donde los recogía la única empleada, una secretaria que trabajaba en la oficina de Madrid y que al parecer era la única persona que conocía físicamente a los directivos.
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