Cerca de 4.000 terrazas de verano ocupan las plazas y calles de la ciudad
Alrededor de 4.000 terrazas se han instalado este verano en la capital de España. El ambiente nocturno y la revitalización de algunas zonas de la ciudad no sólo se han quedado en los grandes ejes -como el paseo de la Castellana-, smo qne han Regado a otros barrios que hasta ahora carecían de terrazas y chiringuitos. La fiebre del quiosco ha sido de tal envergadura este año que ni tan siquiera el Ayuntamiento sabe el número total de locales existentes, ya que a los permisos que se conceden en la plaza de la Villa hay que sumar los que facilitan las 18 juntas de distrito.
Las calles y plazas del distrito Centro están en la actualidad ocupadas por unas 300 terrazas, pertenecientes a locales comerciales y a quioscos de temporada. Este caso no es excepcional y se repite en todos los distritos, especialmente en los de Salamanca, Retiro, Chamberí y Chamartín.Los servicios centrales del Ayuntamiento desconocen el número total de terrazas en funcionamiento aunque estiman que en total puede haber cerca de 4.000. Por un lado hay autorizaciones anuales en virtud de contratos administrativos, y por otro están los permisos dados por las 18 juntas de distrito para la temporada comprendida entre el 15 de marzo y el 31 de octubre.
En ejes como el formado por los paseos del Prado, Recoletos y Castellana se contabilizan hasta 35 terrazas de todo tipo. Junto a estos focos de atracción, han surgido otros muchos que, en principio, no parecían atractivos lo que ha logrado, incluso, la revitalización de ciertas zonas de la ciudad.
La instalación de un quiosco de temporada con 25 o 30 mesas cuesta, incluidas las tasas municipales, menos de tres millones de pesetas, cantidad que contrasta con unos beneficios que pueden superar los 30 millones de pesetas. Estos abultados ingresos han dado pie a que se hable de subarriendos ilegales que han llegado, en algún caso, a las 400.000 pesetas mensuales y al 25% de los beneficios de la temporada. Es decir mis de nueve millones de pesetas tan sólo por ser el adjudicatario de la autor¡zación.
Estas cantidades son indicativas de un próspero negocio cuya instalación no es muy costosa. Las tasas municipales por instalar un quiosco de 10 metros cuadrados y una terraza de 100 metros cuadrados se elevan, en una calle de primera categona tan sólo a 449.000 pesetas por temporada.
Según fuentes municipales, si se aplicara a rajatabla el reglamento, estos quioscos no podrían vender bebidas alcohólicas y mucho menos servir lubina a la sal, como ya hace alguno. Sin embargo, los reglamentos municipales han quedado desfasados. Prueba de ello es que, tras el incremento del 5% sobre las tasas del año pasado, se cobre a estos puestos de temporada 1.800 pesetas por metro cuadrado de terraza y 26.900 pesetas por metro cuadrado de quiosco.
Ello ha hecho que el número de solicitudes haya desbordado a. las juntas municipales. En el distrito Centro por ejemplo, se presentaron 17 solicitudes para un determinado quiosco en Recoletos.
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