Grosz y Berecz se perfilan como candidatos a la sucesión del líder húngaro, Kadar
El partido comunista de Hungría (PSOH) anunció ayer una amplia reestructuración del Gobierno y sus cuadros dirigentes y dio un fuerte impulso a Karoly Grosz y Janos Berecz, los dos políticos que se perfilan como sucesor es del histórico líder Janos Kadar. La sustitución de Kadar, de 75 años, que ha dirigido el partido desde la represión del levantamiento de 1956 y en tres décadas ha logrado prestigio en el mundo y en la población húngara, plantea graves problemas para el PSOH.
Su autoridad entre los húngaros y frente a Moscú hizo de él el garante del reformismo que ha hecho de Hungría el país más liberal políticamente y con mayor margen para la iniciativa privada en el este de Europa.Hace años que Kadar había manifestado su deseo de retirarse de la vida pública. No obstante, su relevo se vio impedido por las luchas entre los partidarios de profundizar las reformas económicas y políticas, con mayores vínculos al mercado occidental, y los defensores de una política de mayor ortodoxia.
Karoly Grosz, de 57 años, hasta ahora jefe del partido en Budapest, ha sido nombrado primer ministro. Janos Berecz, también de 57 años, secretario del comité central, es nuevo miembro del buró político y se convierte en el tercer hombre del régimen, después de Kadar y Grosz.
Sus nombramientos confirman las expectativas depositadas en las brillantes carreras de estos dos dirigentes en el seno del partido. Grosz cuenta con un fuerte apoyo en la base del partido y en los sindicatos. Es, al igual que Berecz, de la misma generación que el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, y es conocido por su lucha contra los abusos cometidos al amparo de la liberalización económica implantada en el país.
En sectores de la intelectualidad húngara está considerado como un ortodoxo del que se teme un endurecimiento del régimen y se le acusa de ser excesivamente populista, rayano en la demagogia.
No obstante, Grosz nunca se ha declarado contrario a las reformas, sino a ciertos fenómenos negativos que de algunas de éstas se han derivado. En Budapest se señala que Grosz tiene ahora la oportunidad de aplicar desde su puesto de primer ministro y máximo responsable de la economía del país, sus propuestas de soluciones a la grave situación económica en que se encuentra Hungría. Miembro del partido desde los 15 años, hizo una fulgurante carrera en su seno en parte como responsable de agitación y propaganda en el comité central. En 1984 fue nombrado jefe del partido en Budapest, donde destacó por su energía y sus dotes para la organización.
Nuevo jefe de Estado
Janos Kadar mantendrá su puesto como secretario general del partido y, líder indiscutido, si bien su relevo parece más próximo con la amplia reestructuración anunciada ayer. El vicesecretario general, Karoly Nemeth, nombrado para este puesto en el congreso del partido de marzo de 1985, ha sido designado jefe del Estado en sustitución de Pal Losonczi, desde hace tiempo enfermo, que oficialmente se retira por motivos de edad".Al cargo de vicesecretario general adjunto a Kadar accede Gyorgy Lazar, hasta ahora primer ministro. Nueva miembro del buró político fue designada también Judith Csehak, viceprimera ministra del Gobierno y la mujer con el mayor rango político actualmente en Hungría.
La dirección del partido en Budapest, un puesto de gran importancia en Hungría que concentra una cuarta parte de su población y aún mayor porcentaje de militantes en la capital, pasa a cargo de Ferenc Havasi, miembro del buró político que cesa, sin embargo, como secretario del comité central para asuntos económicos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.