Los hospitales públicos tardarán un año en recuperarse de los efectos de la huelga de médicos

Un año al menos tardarán en recuperarse las listas de espera en los hospitales públicos españoles como consecuencia del conflicto que ha afectado a la sanidad pública desde hace cuatro meses, según las previsiones de los convocantes de la huelga, no desmentidas por la Administración. Si antes de la huelga estas listas incluían a 100.000 españoles, ahora son más de 200.000 los que aguardan una consulta especializada, unas pruebas específicas o una intervención quirúrgica. El día después del final de la huelga más larga de los hospitales, médicos y usuarios coinciden en calificar el conflicto como negativo para todas las partes.

Los primeros conflictos se produjeron en febrero de este año, cuando se movilizaron los médicos internos y residentes (MIR) contra la distribución de plazas hechas por el ministerio, y se manifestaron más de 10.000 médicos en paro (de los 30.000 que existen en toda España).Entre el 10 y el 20 de marzo, los facultativos de los centros de la sanidad pública comenzaron huelgas parciales promovidas por separado por la Coordinadora de Médicos de Hospitales, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y la Federación de Sindicatos Médicos de Madrid (Fesime), además de CC OO, contra el nuevo sistema de retribuciories propuesto por la Administración y contra el deterioro de la sanidad. Las huelgas se repitieron en los últimos días de marzo y primeros de abril, esta vez conjuntamente con los médicos titulares y rurales y con el apoyo traducido en movilizaciones de los estudiantes de Medicina.

A finales de abril se firmaron los acuerdos sobre retribuciones entre el Insalud y la CESM, ELA-STV y UGT. La coordinadora se opuso desde el primer momento a los acuerdos y convocó huelga indefinida a partir del día 4 de mayo. La huelga -secundada por el 70% de los médicos, según los convocantes, y por el 22%, según el Insalud- provocó a mediados de mayo las primeras reclamaciones de pacientes.

El pasado fin de semana, altos responsables del Ministerio de Sanidad y portavoces de la coordinadora llegaron a un acuerdo de desconvocar la huelga y comenzar conversaciones sobre la tabla reivindicativa. En la resolución de este conflicto tuvo una parte decisiva, según algunas fuentes, el Sindicato Gallego de Sanidad, muy unido durante casi todo el conflicto a los postulados de la coordinadora, pero que al final firmó también los acuerdos retributivos. El ministro dió ayer instrucciones para comenzar las conversaciones con la coordinadora.

Fuentes de la Administración apuntaron que la huelga se ha producido coincidiendo con la fase operativa de la reforma sanitaria. "Un sector de médicos", explicaron estas fuentes, "que ha optado por otra reforma distinta a la aprobada por el Parlamento, y que pretende compatibilizar la dedicación a la sanidad pública y a la privada, ha utilizado la huelga para intentar imponer su modelo, sin tener en cuenta las necesidades de los usuarios".

Descontados 1.500 millones

"La huelga no ha reportado beneficios personales para aqueRos que la han seguido", dice Luis Cabañas, portavoz de la Coordinadora de Médicos de Hospitales. "Todo lo contrario, nos ha costado dinero y esfuerzo". El propio Cabañas admite que sólo durante el mes de mayo le han descontado a él 108.000 pesetas. Como término medio, cada facultativo en huelga ha dejado de percibir más de 200.000 pesetas a razón de más de 7.000 pesetas por jornada no trabajada. Cálculos no oficiales de técnicos del Insalud dan como probable la cifra de 1.500 millones de pesetas que se habrían descontado de los haberes de los médicos como consecuencia de la huelga.Los promotores de la huelga indefinida indican que entre las consecuencias positivas de este conflicto sobresale el hecho de que la opinión pública ha conocido la situación real de deterioro en la que se encuentran los hospitales y se ha producido el contacto de los médicos con las asociaciones de consumidores y usuarios.

Enrique de Porres, secretario general de la CESM, ha dicho que no entiende que se haya mantenido un conflicto que ha deteriorado tanto la imagen de la profesión ante la sociedad. "Me agrada comprobar que al final se ha impuesto la sensatez y que se confirma la necesidad de aceptar el marco presupuestario establecido por el Parlamento".

Ricardo Ferré, presidente de la Organización Médica Colegial, hubiera preferido un diálogo desde el principio "para no llegar a una huelga que perjudica a todos. La huelga no es deseable en el ámbito médico, pero era la única vía que tenían los facultativos de concienciar y sensibilizar a los ciudadanos y a la Administración del deterioro de la asistencia sanitaria".

Para la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, "los médicos ya comparten desde ahora con la Administración la responsabilidad del deterioro de los hospitales". "Además, se ha roto el nexo o la relación de confianza entre el médico y el enfermo, y esto va a ser difícil recuperar", explica su portavoz, Marciano Sánchez Bayle. En las dos últimas semanas del conflicto, la Unión de Consumidores de España (UCE) ha recogido cerca del centenar de denuncias en distintos hospitales.