Una deuda exterior de 263.600 millones de dólares convierte a EE UU en el país más endeudado del mundo
La deuda exterior norteamericana alcanzó la cifra ole 263.600 millones de dólares durante 1986, equivalente a casi 33,5 billones de pesetas, más del doble de los 111.900 millones contabilizados a finales de 1985, según datos anunciados ayer por el Departamento de Comercio. Esta deuda exterior, muy superior a la prevista, coloca a EE UU a la cabeza de las naciones más endeudadas del planeta, a mucha distancia sobre el segundo clasificado, Brasil, con una deuda de 110.000 millones de dólares, menos de la mitad de la de EE UU.
Numerosos especialistas habían anticipado antes del anuncio de ayer del Departamento ole Comercio que la deuda exterior estadounidense superaría los 200.000 millones de dólares. EE UU se convirtió en 1985, por primera vez desde 1914, en país deudor neto. El incremento de la posición deudora norteamericana incluye un aumento de 117.400 millones de dólares en las entradas netas de capital exterior en EE UU, más 34.300 millones de dólares de aumento en el valor de los activos norteamericanos en manos de extranjeros, según señala el Departamento de Comercio.
Mientras tanto, el índice de precios al consumo (IPC) norteamericano de mayo experimentó un aumento del 0,3%, por debajo del 0,4% registrado en abril, según información hecha pública ayer por el Departamento de Trabajo. La desaceleración de mayo refleja, según el mencionado departamento, que la inflación ha comenzado a estabilizarse. Todos los expertos coinciden en señalar que el IPC norteamericano será este año superior al modesto 1,1% registrado el año anterior.
A pesar de los datos ayer revelados sobre el IPC de mayo, muchos economistas están pidiendo a la Reserva Federal que no afloje en su política de control del crédito. La inflación ha crecido a un ritmo anual del 5,6% durante los primeros cinco meses del año en curso, reflejando el aumento global de los precios de los carburantes.
El descenso de la cotización del dólar es citado como un factor que también ha contribuido a reavivar la inflación, al hacer más caras las importaciones norteamericanas, aunque también ha servido para invertir la tendencia del déficit comercial que alcanzó los 166.000 millones de dólares el pasado año.
Mientras tanto, la demanda de bienes de consumo duradero descendió el mes pasado en un 0,1%, reflejo de la caída de los pedidos de la Administración a la industria de defensa. Aunque Comercio anuncié la semana pasada que la economía de EE UU creció a un ritmo del 4,8% durante los dos primeros meses del presente año, la cifra no es significativa al ser achacable a factores estacionales.
Los expertos apuntan que la economía norteamericana cederá terreno en meses venideros, y hablan de recesión si el incremento de las exportaciones norteamericanas no se mantiene y a la vez permanece estancado el nivel de consumo.
En otro orden de cosas, el Continental Illinois Bank anunció ayer haber destinado 500 millones de dólares a engrosar la cifra de reservas para prevenir posibles fallidos, uniéndose a la larga lista de bancos norteamericanos que han hecho lo mismo.
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