Centenares de miles de personas se manifiestan contra el terrorismo 'etarra' en el centro de Barcelona

Entre 300.000 y 500.000 personas participaron ayer en Barcelona en la manifestación de rechazo al atentado perpetrado por ETA el pasado viernes, que provocó la muerte de 17 personas. La marcha, convocada por todos los grupos del Parlamento catalán, recordaba en número de asistentes a la celebrada el 11 de septiembre de 1976 para solicitar la restauración de la Generalitat y el regreso de Josep Tarradellas. A la manifestación, que no contó con la organización y protección policial necesarias, asistieron, entre otras personalidades, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el ministro de Cultura, Javier Solana; el presidente del Parlamento vasco, Jesús Eguiguren, y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall. Al frente de la marcha se hallaban los familiares de las víctimas, y en segundo término, una pancarta portada por los mencionados dirigentes políticos.

La afluencia de público, muy superior a todas las previsiones, provocó que la que debía ser la cabeza de la manifestación quedara envuelta por los asistentes, que se concentraron en la calzada central del Paseo de Gràcia en su cruce con la calle de Aragón. Los familiares de las víctimas del atentado terrorista -17 tras los últimos fallecimientos- marcharon ante la pancarta de cabeza.La marcha transcurrió en silencio -sólo roto en algunas ocasiones por aplausos y gritos contra ETA- y algunas entidades ciudadanas expresaron su repudio al terrorismo con pancartas.. En una de ellas, que fue aplaudida cuando sus portadores la desplegaron, podía leerse: "Como es posible que haya 40.000 catalanes que apoyen a los asesinos de ETA". La pancarta, escrita en catalán, hacía referencia de esta manera a los votos obtenidos por Herri Batasuna en Cataluña en las pasadas elecciones europeas.

La manifestación se inició unos minutos después de lo convocado y la afluencia de público provocó en algunos momentos situaciones de caos, que pueden resumirse en el hecho de que los responsables políticos y técnicos de la Guardia Urbana estaban en el cordón de seguridad.

Pujol, Maragall, Obiols y Solana figuraban entre quienes portaban una pancarta en la que podía leerse: "Por la convivencia en paz y libertad, Cataluña rechaza el terrorismo" y "Cooperación ciudadana contra el terrorismo", que no pudo desplegarse en toda, su extensión debido al número de asistentes, que en lugar de colocarse en las calzadas laterales se ubicó en la central, lo que provocó un atasco humano y obligó a algunos políticos a desplazarse desde varios centenares de metros de distancia hasta la cabeza de la manifestación.

El ex senador demócrata norteamericano Gary Hart, actualmente en Barcelona, asistió a la marcha, en medio de la multitud.

Alrededor de las 22 horas, la cabeza de la manifestación llegó hasta la plaza de Cataluña, donde la actriz Núria Espert leyó la resolución aprobada por el Parlament contra el terrorismo. "Somos muchos -dijo la actriz-, pero faltan 17. Ellos no pueden estar porque los han asesinado". Nuria Espert calificó el atentado terrorista como "la expresión del fascismo, un fascismo que siempre hemos rechazado".

Durante la manifestación, que terminó con un minuto de silencio, se registraron pequeños incidentes entre participantes y un grupo de ultraderechistas.