Un viceministro, golpeado al querer entrar en la sitiada catedral de Seúl

El viceministro del Interior surcoreano Lee Sang Hee recibió ayer varios puñetazos y patadas cuando intentaba entrar, secretamente, en la catedral católica de Myongdong, en Seúl, donde centenares de estudiantes están encerrados desde 'el pasado miércoles y sometidos a un cerco policial.Algunos testigos vieron a manifestantes que arrastraban a Lee a lo largo de 50 metros, por la calle que conduce hacia el templo, y le golpeaban durante unos cinco minutos, mientras otros gritaban: "¡Matadle, matadle!". Dirigentes estudiantiles intervinieron finalmente para permitirle escapar.

El ministro de Cultura e Información, Lee Woong Hee, que había amenazado el pasado viernes con adoptar medidas de dureza contra los disidentes, fue también visto por los manifestantes, pero consiguió huir.

Unos 350 jóvenes se encerraron el miércoles en la catedral, que se encuentra en pleno centro de Seúl, tras violentos enfrentamientos con la policías. Han hecho saber que no saldrán del templo hasta que no sean liberados todos los detenidos como consecuencia de los últimos disturbios.

Entre tanto, el Partido, de la Justicia y de la Democracia Surcoreana (en el poder) y la principal formación opositora, el Partido de Reunificación Democrática, se pusieron de acuerdo el sábado para celebrar esta semana una sesión parlamentaria destinada a calmar la tensión provocada por los enfrentamientos.