Crece la oposición interna a la 'perestroika'
El máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, atraviesa un delicado momento político, con una tenaz oposición a su política de perestroika (reconstrucción) económica y una debilitante falta de éxito internacional de sus propuestas de desarme. Así evalúan los analistas soviéticos en privado la situación del país en vísperas dell pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) -dedicado a la economía-, que se celebrará a finales de este mes.
La sesión preparatoria que Gorbachov presidió los días 8 y 9 de junio ha contribuido a reforzar la impresión de que va a tener que conformarse con mucho menos de lo deseado. El líder soviético reconoció que el Politburó no ha logrado un consenso sobre las líneas maestras de la reforma de la dirección económica y que hay 12 documentos que no se aprobarán por ahora. Éstos serán examinados después del pleno del Comité Central, y la aprobación de la ley sobre las empresas socialistas, en la sesión del Soviet Supremo que comienza el 29 e junio."El paso a un nuevo sistema de gestión y la resolución de las cuestiones de la dirección económica no son problemas sencillos", dijo Gorbachov. "Habrá etapas en la cansición hacia el nuevo mecanismo de dirección, hacia el nuevo sistema de dirección de la economía".
"La reforma es un asunto se rio, una cosa de envergadura. No es hojear un libro ni cosa de un día", señaló el, dirigente. Por el momento, según dijo, "todos vemos que este proceso avanza con dificultad; con complicaciones y contradicciones, pero avanza".
La ley sobre las empresas so cialistas entrará en vigor en ene ro de 1988, pero la reorganización de la dirección económica no lo hará hasta 1991, según dijo Gorbachov ante el grupo de dirigentes, técnicos y economistas reunidos en Moscú, en lo que al gunos consideran como una es pecie de lobby para las ideas de Gorbachov con vistas al próximo pleno.
Ley sobre las empresas
La ley sobre las empresas se verá, pues, a partir del año próximo, insertada en un sistema con el cual entra en contradicción. Gorbachov, que recomendó aprobar la ley, pese a reconocer que no es ideal, llegó a proponer que se introduzca en ella una cláusula invalidando todo lo que la contradice. La ley no permite a la empresa disponer libremente y con criterios económicos de sus beneficios y deja la puerta abierta a la injerencia de las instituciones centrales y, los ministerios sobre la teórica autonomía.El prestigioso economista Gavril Popov, uno de los participantes de la sesión de esta semana, pidió garantías sólidas de que las empresas podrán disponer libremente de una parte de su producción al margen de las entregas obligatorias al Estado. Popov advirtió contra la repetición de los errores que, según él, hicieron fracasar la reforma de 1965. Entonces, las erripresas no podían emplear el dinero que ganaban, y el número de objetos de fabricación obligatoria impedía producir las cosas necesarias.
El debate dirigido por Gorbachov esta semana ha reflejado en gran medida el que aparece en la Prensa. La reducción y limitación de funciones de los ministerios, la subida de los precios y la autofinanciación económica fueron algunas de las ideas expresadas. No faltó quien pidió la creación de comisarios políticos de la perestroika, a lo cual Gorbachov replicó que los comisarios políticos actúan en "condiciones extremas" y que se necesitan comisarios "en democracia" y "guías del partido capaces de encabezar la perestroika".
El líder del Kazakistán, el ruso Guenadi KoIbin, asistente también a la sesión, dijo que en su República la perestroika se desarrolla en "condiciones extremas". Las tensiones existentes aún en Kazakistán, donde hubo violentos enfrentamientos entre rusos y kazakos el pasado diciembre, se reflejaban en el último comunicado del Politburó, que invitaba a la dirección del partido en Alma Ata a luchar contra el nacionalismo y a aumentar la, contribución económica al Estado soviético.
La mayor evidencia de los problemas de la URSS a través de la campaña de glasnost (equivalente al de luz y taquígrafos) y la suma de desaguisados dondequiera que se mire fomentan una sensación de crisis que Gorbachov se esfuerza en encauzar por un sistema más eficaz. El sistema ha sido cuestionado abiertamente, y ante ello ha reaccionado alarmado el periódico Pravda advirtiendo que el objetivo de la discusión en marcha es "dar más socialismo" a la URSS. Pravda advertía así a L. Popkova, autora de un artículo donde se defiende el sistema de mercado libre capitalista como superior al planificado socialista. Decía Popkova que cuanto más mercado, "más esponjosas son las tortas", y replicaba Pravda que salirse del marco del socialismo puede llevar a "tortas esponjosas" con un relleno incornestible". "Debemos dar una respuesta a los que no quieren proponer una alternativa anti socialista", afirmaba Gorbachov e insistía en que la díscusión en marcha puede producir equívocos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.