Alternativa

En el editorial Bases para la coherencia del lunes 25 de mayo, página 10 del periódico de su digna dirección, se dice textualmente: "Los europeos tienen que escoger entre dos alternativas: o a favor del acuerdo, cuyos puntos se hallan bastante precisados entre Moscú y Washington, o en contra, lo que supondría el fracaso de las negociaciones".Sin duda, el párrafo transcrito se comprende perfectamente, a pesar de que, a mi entender, contiene un error que se comete muy a menudo, y no sólo por los medios de comunicación. Se trata del uso de la palabra alternativa.

En efecto, vemos cómo con demasiada frecuencia, tanto en el cine como en la televisión, en los informativos y en la Prensa escrita, incluso en las conversaciones cotidianas de la gente de la calle, el vocablo alternativa suele emplearse como única opción posible u oportunidad última ("No nos queda más que una alternativa: sobrevivir"). Sin embargo, una alternativa no es una sola oportunidad, sino la opción entre dos cosas ("No nos queda más que una alternativa: o sobrevivir o dejarnos matar"). Es decir, que para que exista una alternativa deben existir opciones que se alternen en el discurso. Puede argüirse que en los ejemplos que cito la posibilidad alternante se cae por su propio peso y por eso se omite dándola por supuesta.

Pero si, como se lee en su editorial, los europeos tienen que escoger entre dos alternativas, es que tienen que elegir entre cuatro opciones, dos al menos por cada alternativa: estar a favor o en contra de un acuerdo es una sola alternativa y no vanas.

Sería, pues, más coherente hablar de escoger entre dos posibilidades en alternancia, o mejor entre dos posibilidades alternativas. Sólo suponiendo que ese posibilidades, opciones, caminos, propuestas se halla implícito, aunque elíptico, en la frase, sería ésta, a mi juicio, correcta.

No es mi intención enmendarles a ustedes la plana, ni mucho menos, sino llarnar la atención del público en general y de quienes tienen la enorme responsabilidad de manejar el lenguaje en los medios de comunicación para que ciertos errores no se conviertan en normas, como ya está sucediendo.-

Profesor titular de la universidad Complutense.