El Parlamento de la RFA aprueba la 'opción supercero' a cambio de quedarse los misiles Pershing 1A
El Parlamento federal alemán (Bundestag) aprobó ayer la resolución presentada por el Gobierno presidido por el canciller democristiano, Helmut Kohl, en favor de la eliminación de los misiles de alcance intermedio (INF, de 500 a 5.000 kilómetros), conocida como la opción supercero, con la condición de que se excluyan del acuerdo los 72 misiles Pershing 1A estacionados en territorio de la República Federal de Alemania (RFA).
Pese a las críticas lanzadas contra este acuerdo por parlamentarios democristianos de los partidos Unión Cristiana Democrática (CDU), el de Kohl, y Unión Social Cristiana (CSU), presidido por el bávaro Franz Josef Strauss, que varios oradores reiteraron en el pleno, todos los miembros presentes de este grupo parlamentario, excepto uno, votaron a favor de la resolución.Los socialdemócratas y el Partido de los Verdes, que habían presentado sus propios proyectos, votaron en contra. Se contabilizaron 232 votos a favor y 189 en contra. La única abstención correspondió al diputado bávaro Gerhard Scheu, quien cree que la opción supercero deja a la RFA en una situación de especial peligro. Faltaron a la sesión 97 diputados, a partes prácticamente iguales entre la mayoría gubernamental y la oposición, por lo que es difícil achacar una intencionalidad política a las ausencias.
Uno de los que no asistió fue el diputado democristiano Manfred Abelein, uno de los críticos mas duros de la opción supercero. En la CDU se produjo una rebelión abierta al conocerse el lunes la decisión del Gobierno de aceptar la opción supercero con -la condición de que sobrevivan los Pershing 1A de propiedad alemana, cuyas cabezas nucleares, sin embargo, están bajo hegemonía. norteamericana. Destacados dirigentes de CDU y CSU, como Alfred Dregger o el propio Strauss, habían manifestado su clara oposición a un acuerdo en los términos en que, finalmente, ha quedado aprobado.
El Parlamento alemán. solicita, además, la prohibición del armamento químico, la reducción en un 50% de los arsenales estratégicos de las dos superpotencias, así como un desmantelamiento de la superioridad soviética en el armamento convencional. Durante el debate quedaron patentes las dificultades del partido de Kohl para asumir la opción supercero, término que el canciller no citó siquiera en su discurso. Kohl manifestó que la eliminación de los misiles de alcance intermedio de menor radio (SRINF, de 500 a 1.000 kilómetros) "tiene una gran desventaja para nosotros los alemanes. Queda intacta la enorme superioridad soviética en misiles de menos de 500 kilómetros de alcance, a los que la OTAN no puede contraponer nada equiparable".
El rearme de la URSS
Kohl añadió que todo el mundo sabe que la URSS sigue rearmándose en el terreno convencional desde 1979. "Por eso consideramos inaceptable la aceptación incondicional de la propuesta soviética (la opción supercero)". Kohl reiteró la solicitud de que los 72 misiles Pershing 1A queden al margen del acuerdo. No se refirió el canciller a las cabezas nucleares de estos misiles alemanes de propiedad norteamericana y que la URSS exige sean retiradas.
En los discursos de los ministros de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, y de Defensa, Manfred Worner, quedaron patentes las diferencias que la disposición soviética a la opción supercero ha creado en el Gobierno de la RFA. Genscher no se refirió a los misiles Pershing 1A y solicitó "utilizar todas las posibilidades de acercamiento entre Estados Unidos y la URSS", pues ello "no va en nuestra contra, sino que favorece nuestros intereses nacionales y los europeos". "No sólo la defensa común, sino también el desarme común, forma la unión entre Estados Unidos y Europa", añadió Genscher. El jefe del Grupo Parlamentario Liberal, Wolfgang Mischnik, dijo, por su parte, que la. permanencia de los Pershing, 1A no es una condición irrenunciable.
El ministro de Defensa, en cambio, insistió en mantener los citados cohetes y aseguró que la RFA tiene "un mínimo de armamento" para hacer frente a "la amenaza de la Unión Soviética", que, según aseguró, pese a todas las propuestas sobre desarme y al nuevo estilo del Kremlin, no hace dejación de su carácter expansionista y agresivo.
Willy Brandt y Karsten Voigt intervinierori por parte del SPD para solicitar la aceptación de la opción supercero sin condición alguna y atacaron al, Gobierno por su obstruccionismo ante este posible acuerdo.
Los verdes atacaron al Gobierno por querer mantener los Pershing 1A y, a través de una modernización de éstos, lograr disponer, bajo su soberanía, de armamento nuclear.
[El presidente norteamericano, Ronald Reagan, se congratuló ayer con la decisión del Parlamento de la RFA estimando que "abre una vía" a una posición común de la OTAN, según un comunicado difundido por la Casa Blanca en Venecia, informa France Presse. Por su parte, el número uno de la República Democrática Alemana, Erich Honecker, señaló que su país no tiene nada que objetar a la pretensión de que la RFA conserve los 72 misiles Persing 1A, informa Reuter].
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