El presidente afirma que De la Viña no mereció la segunda oreja
El presidente de la novillada de ayer, Tomás Tejero, comentó al salir del palco y mientras bajaba las escaleras que conducen a la calle que Rafael de la Viña no mereció la segunda oreja en el quinto de la tarde. Esta decisión suya le costó a Tejero una de las mayores broncas escuchadas en Las Ventas, que el presidente calificó de injusta: "Cumplí el reglamento que me concede la potestad de dar o no el segundo trofeo. La estocada con que ha acabado De la Viña con el novillo ha caido muy baja, además no se lució con el capote". Tejero, que desoyó el consejo del asesor, Manuel Alvarez, que le pedía que diera este segundo y polémico trofeo, señaló que ya con otorgar la primera oreja en ese novillo aseguraba la salida por la puerta grande del diestro. Cuando llegó a la calle y antes de marcharse confundido entre el público, el presidente comentó que estaba sufriendo mucho por esta bronca, pero que se mantenía firme en su decisión.
Por su parte, Rafael de la Viña afirmaba en el hotel, tras el festejo, que en su segundo enemigo sí mereció cortar dos orejas: "El presidente, cuya decisión respeto sin compartirla, debió tener en cuenta que soy un novillero que hacía su debú en Las Ventas y no un matador consagrado". De la Viña repetirá actuación en esta plaza el próximo domingo 14. En la habitación que ocupaba reinaba un ambiente de enorme eufo ria entre la amplia colonia de sus paisanos de Albacete allí presentes. Entre ellos, el torero Joaquín de Faura, que busca su oportunidad en Las Ventas, el subalterno El Tarta, el emprersario Vicente Blanquer El Gallo y el retratista de las Casas Reales Paco Zalve, además de varios críticos taurinos.
El más tranquilo era De la Viña, que comentaba que había hecho faenas mejores en otras plazas, aunque reconocía que ésta era la más importante y tras cendental de su carrera: "Los no villos eran peligrosos y hubo que tragar mucho".
Cancela mejora
El torero Carlos Aragón Cance la, cogido anteayer en la corrida de feria por un toro de Victorino Martín, mejora de sus heridas. A última hora de la tarde de ayer, el doctor García Padrós, que fue el que le operó en la enfermería de la plaza, le limpió el drenaje de la herida en la pierna derecha, asegurándole que de continuar su evolución favorable el sábado podría abandonar la clínica Loreto, en la que se encuentra ingresado, para seguir su recuperación en su casa de Colmenar Viejo.
Cancela dice que siempre fue consciente que el toro, que le corneó en el aire, le podía coger: "Lo mío no fue un valor insensato, sino que me la jugué por torear de verdad, con los pies quietos, como intento siempre". El diestro señala que con ello no acusa a sus copañeros, José Antonio Campuzano y Víctor Mendes, de torear corriendo: "Cada uno tiene su estilo y lo aplica". Cancela ha pedido matar los victorino en la feria de otoño.
Babelia
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