Fraude fiscal

Observo la lucha dialéctica que estos días han entablado Hacienda -señor Borrel- y patronal -señor Cuevas- con motivo de las declaraciones de Hacienda. La cantidad de cifras, conceptos, tecnicismos usados, rebasa con creces mis conocimientos; pero no obstante ello, una cosa sí veo clara: se defrauda a manos llenas. Y son ya muchos años, demasiados, los que llevamos asi. (Hoy mismo, un amigo me ha dicho que con el IVA hay gente que se está haciendo millonaria. No tengo ni idea, por supuesto, de cómo es posible esto.)Como resulta que nos quejamos de lo cara que es la enseñanza, de lo mal que está la sanidad, lo deficientes que son nuestras comunicaciones, etcétera, pero al mismo tiempo se falsean o no se hacen las correspondientes declaraciones de impuestos, yo propondría al Gobierno una solución: todo aquel ciudadano que quiera optar a un servicio público (en instituto o universidad, en hospitales u otros centros de asistencia, para becas o subvenciones de toda índole...) debería presentar, por adelantado, su declaración de Hacienda, excuso decir que revisada con lupa. Que no la presenta, pues no hay plaza, no hay subvención. Y punto.

¿Qué esta medida sería dictatorial, inconstitucional? Tal vez; pero, ¿no lo es ya que yo (ocho-diez millones de asalariados) tenga forzosamente que declarar y pagar por adelantado?

¿No lo es que yo, empleado, gane al año igual que tres juntos de esos señores profesionales, agricultores, empresarios? ¿No sería más constitucional, más legal, que entre ellos tres declaran sus verdaderas ganancias de 15, 20 o 30 -veces más que las mías?

Como creo que esto, por agravio comparativo, es totalmente ilegal, a partir de ahora voy a pedir a mi empresa que no me descuente ni una perra. En el próximo ejercicio veré qué hago, si declaro o no. Pienso que no hay otra disyuntiva: o todos somos iguales o se rompe la... Constitución.-